Nervios, estrés, mala alimentación… Los problemas gastrointestinales son cada vez más frecuentes, y se pueden llegar a convertir en compañeros del día a día si no los tratamos en condiciones con las medicinas más indicadas, como por ejemplo la buscapina. Nuestra rutina de vida no ayuda precisamente a que estos problemas se solucionen por sí solos, al igual que una errónea automedicación puede llevar a un empeoramiento de la situación.
Estamos “aprendiendo” a convivir diariamente con determinados dolores, asumiendo incluso, como algo normal, sentir ciertas molestias. Generalmente achacamos gran parte de la culpa a nuestro acelerado ritmo de vida, pero no nos damos cuenta de que, a la hora de solucionarlo, no siempre elegimos el camino correcto. Una mala alimentación hace que nuestra flora intestinal no sea capaz de luchar contra los agentes externos y se debilite junto a nuestro sistema inmunológico, acarreando fuertes dolores y mucha inestabilidad. A su vez, esa inestabilidad trastoca nuestro humor y nos produce un malestar con nuestro entorno difícil de disimular. Por ello, no es necesario aguantar tanta tensión, siempre podemos acudir a profesionales que sepan aconsejarnos según los síntomas, los dolores o los factores externos de cada uno. La medicación adecuada combinada con un buen probiótico que estimule nuestras defensas y nuestra flora intestinal será siempre un buen comienzo para combatir esta situación. Existen productos recomendados por los propios farmacéuticos como puede ser la buscapina, la cual se encarga principalmente de frenar todos aquellos espasmos que producen fuertes molestias a nivel gastrointestinal, biliar o genitourinario. Su acción antiespasmódica sobre el músculo se encarga de aliviar los síntomas causados por cólicos abdominales, alteraciones del sistema digestivo, diarreas, etc.
No hay por qué asumir un dolor innecesario que limite nuestro día a día, un dolor que trastoque todo nuestro sistema digestivo, o incluso, un dolor que consiga modificar cómo deben ser nuestras comidas para evitar sufrir espasmos gastrointestinales. Encontrar la solución depende de nosotros, reflexionar y darnos cuenta de lo que estamos haciendo mal debería ser el primer paso a seguir: tomarnos la vida con menos estrés, comer mejor y buscar siempre un buen asesoramiento médico cada vez que sea necesario.