Cómo quien recarga su bebida en el ambigú del cine, nuestra dispensadora es capaz de recordar el nombre de tu primer amor, de tu hija, la fecha en la que iniciaste una nueva vida, todo, y es que su memoria es prodigiosa.
Los momentos, las iniciales,… son únicas, son imborrables y perdurarán hasta que lo desees. Una joyería debe ser capaz de ofrecer algo eterno y con nuestra dispensadora cualquier metal llevará el nombre de ella, de él, de ellos. O el tuyo, ¿por qué no?

Hemos rescatado una grabadora francesa de los años 80 cuya capacidad de trabajo es prodigiosa y, cómo si de un fotograma de la película Amélie se tratase, congela los recuerdos para que jamás, jamás, jamás se pierdan en el tiempo.

Sí, entendemos que esta dispensadora de iniciales te haya enamorado y además es mucho más sana que una de refrescos llenos de azúcar.

Fuente: Alfie Delauz