Se enamoró de la interpretación casi por casualidad y se ha convertido en una de las grandes aventuras de su vida, “una constante lucha” que solo le “proporciona felicidad”. En sus dos proyectos actuales, Jon Mendía interpreta a dos Pedros, uno yin y otro yang, y en dos espacios temporales bien distintos. Ese desdoble es la gran magia de la interpretación.