Muchas cosas han cambiado desde que hace quince años conocimos a ese rubio de rizos indomables y sonrisa embaucadora. Y ahí está, resuelto, delante y detrás del objetivo. David no ha perdido ni un ápice de su esencia.
Muchas cosas han cambiado desde que hace quince años conocimos a ese rubio de rizos indomables y sonrisa embaucadora. Y ahí está, resuelto, delante y detrás del objetivo. David no ha perdido ni un ápice de su esencia.