Pueblos del mundo donde querrás perderte

Ahora más que nunca buscamos esa escapada o esas vacaciones que nos lleven a lugares especiales, alejados del ritmo frenético de la ciudad y donde cruzarte con alguien sea algo excepcional. Te proponemos un viaje alrededor del mundo por aquellos pueblos en los que solo querrás pasear, respirar aire puro, conocer su cultura y costumbres y desconectar de todo.

Marsaxlokk, Malta: una auténtica experiencia

Al sur de la isla de Mala se encuentra uno de los pueblos más bonitos y tradicionales: Marsaxlokk. De tradición pesquera, su mercado de los domingos es un fiel reflejo de la vida local y la industria del pueblo. Los puestos rebosan de peces capturados durante la noche, además de artesanos y comerciantes locales, que venden productos típicos malteses, como licor, miel y el famoso encaje de Malta. Y sí, como ya habrás adivinado, hay muy buenos restaurantes en el pueblo cuya especialidad es el pescado.

Uno de los grandes atractivos de Marsaxlokk es su bahía, el segundo puerto natural más grande de Malta. En ella se pueden admirar los pintorescos y tradicionales barcos pesqueros malteses, los luzzus, con los míticos ojos de Osiris pintado en sus proas.

Y pese a parecer un pueblo de lo más tranquilo, lo cierto es que Marsaxlokk tiene mucha historia. Su puerto era un punto de desembarco fácil para piratas e invasores. Los turcos Otomanos entraron en Malta por aquí en 1565; el ejército de Napoleón en 1798; y en tiempos recientes este puerto fue escenario de la cumbre Bush-Gorbachev en 1989. Grandes hechos históricos que han moldeado Marsaxlokk hasta convertilo en lo que es hoy: una combinación perfecta de tradición, historia y gastronomía local.

Monsaraz, el Alentejo más auténtico

Monsaraz es una pequeña aldea medieval rodeada de campos y situada en lo alto de un cerro, lo que le otorga unas imponentes vistas al lago Alqueva y a un paisaje lleno de olivos. Esta pequeña villa representa el Alentejo más auténtico: sus estrechas calles llenas de casitas encaladas con restaurantes, pensiones y las tiendas más tradicionales harán al viajero transportarse a otra época. Subir hasta lo alto del castillo y disfrutar de la panorámica es obligatorio.

Monsaraz se remota a tiempos inmemorables y así lo atestiguan los diferentes monumentos megalíticos que se encuentran en su término municipal, como el menhir de Outeiro que, con 5 metros de altura, es uno de los más importantes de Europa entre los denominados menhires fálicos. El Crómlech de Xerez es uno de los más espectaculares por no decir el que más. Los 50 menhires que lo componen fueron trasladados en el año 2004, uno a uno, a su actual ubicación, debido a la construcción del embalse de Alqueva.

Cobh, los colores de Irlanda

Este singular y colorido pueblo situado en la costa sur de Irlanda, en el condado de Cork, esconde algunas de las historias más importantes del país. Esta bella población costera y su puerto fue lo último de Irlanda que vieron muchos emigrantes durante años. Si hay un barco que ilustra lo importante que es la herencia marítima de Cobh, es el malogrado Titanic. De hecho, en la Titanic Experience Cobh, puedes seguir las vidas de los pasajeros que partieron desde aquí en su trágico viaje en 1912.  

Los primeros emigrantes que pasaron por la isla de Ellis en Nueva York también están inmortalizados en forma de estatuas en Cobh: Annie Moore y sus hermanos iniciaron aquí su viaje al Nuevo Mundo, embarcándose en el Nevada en 1892. De hecho, la localidad tiene un museo, el “Cobh Heritage Centre”, en el que se rinde tributo a sus historias y las de convictos deportados de la época. 

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