El auge de la gastronomía y de las redes sociales ha impulsado una nueva disciplina artística: la fotografía gastronómica que, como demuestran los trabajos ganadores de la edición 2020 de Pink Lady® Food Photographer of the Year, va mucho más allá de la belleza estética y es capaz de contar historias, mostrar la realidad y las costumbres de diferentes culturas e incluso, servir de denuncia social.
