A punto de cerrar el año, dos tonos clásicos resurgen con una fuerza renovada: el negro profundo y el nude etéreo, una pareja cromática que representa el equilibrio entre lo audaz y lo sutil.
A punto de cerrar el año, dos tonos clásicos resurgen con una fuerza renovada: el negro profundo y el nude etéreo, una pareja cromática que representa el equilibrio entre lo audaz y lo sutil.