Meliá Ibiza se estrena con un concepto basado en el bienestar, el descanso, la desconexión y la gastronomía, pero sobre todo, centrado en la naturaleza, en la que está completamente integrado y con la que se ha comprometido para limpiar 3.000 kg de plásticos del mar, a los que dará una segunda vida convirtiéndolos en muebles y decoración para el hotel.