Cuando se trata de visitar los lugares más bellos del mundo, no siempre hay que pensar en un viaje de larga distancia. Europa, en particular, tiene ciudades increíblemente bellas y fascinantes que ofrecer. Estas ciudades encantan por su bella arquitectura, incomparable historia, asombrosa cultura y mucho más. Para quién qué ciudad es la más bella depende, entre otras cosas, de si usted es más amante de la historia, del buen vivir, del arte, de la cultura o quizá más aficionado a las series.
Pero independientemente de cuál de las muchas ciudades elija al final, sin duda necesitará un descanso de tantos lugares de interés por todas partes. ¿Qué mejor que una visita al casino en línea https://www.casino777.es/ruletas en la comodidad de su habitación de hotel? Después de una ronda de ruleta, puede volver a los clásicos de las ciudades europeas más bellas. Entre ellas están Roma, Barcelona y Berlín. Pero no se olvide de París, Venecia, Florencia, Praga, Budapest, Copenhague y Dubrovnik.
París, la ciudad del amor
París no es sólo la ciudad del amor, sino también una de las más bellas de Europa. Lugares emblemáticos como el Louvre, la Torre Eiffel y el Sacré-Cœur son famosos más allá de todas las fronteras. Uno de los momentos más destacados de París es un paseo nocturno por las calles de la ciudad. Pero las catacumbas de París son también una visita obligada. Si quiere disfrutar de una magnífica vista de la ciudad, visite la azotea de la Galería Lafayette.
Venecia, puro romanticismo
Venecia es mundialmente conocida y su belleza es absolutamente intemporal. Con sus edificios de colores pastel, sus palacios de piedra y sus canales, es una ciudad de ensueño. Entre los monumentos más famosos destacan la Basílica de San Marcos, el Gran Canal, el Puente de Rialto y muchos otros museos, palacios e iglesias. Un paseo por los canales es siempre una experiencia inolvidable. Un paseo en góndola para dos personas es uno de los mejores momentos. Pero también una visita al mercado de Rialto a primera hora de la mañana será inolvidable para siempre.
Budapest, la capital de Hungría
Un paseo por el Puente de las Cadenas proporciona impresiones inolvidables, porque desde aquí se puede contemplar la belleza de las dos mitades de la ciudad, Buda y Pest. Uno de los barrios más bellos de la ciudad es el Barrio del Castillo de Budapest. A pesar de los terremotos, los incendios y la guerra, este barrio no ha perdido nada de su ambiente único. Aquí también se puede visitar el Balneario Széchenyi. Es uno de los baños termales más grandes de Europa, con un total de 10 balnearios. Si por la noche se acerca a las orillas del Danubio, podrá disfrutar de una magnífica vista de la ciudad iluminada.
Praga, la “Ciudad Dorada”
Praga es una de las capitales más populares por una buena razón. Aquí podrá admirar puentes de piedra centenarios, calles adoquinadas y arquitectura románica y gótica. Destaca especialmente el antiguo palacio real Vyšehrad Prague. Príncipes y reyes checos residieron allí hasta el siglo XVI. La Sala Vladislav impresiona por su ornamentado diseño interior. Pero Praga tiene otros muchos monumentos que ofrecer, como la Daliborka, el Callejón del Oro, el Salón Español, el Nuevo Palacio Real, la Capilla de la Santa Cruz y la Catedral de San Vito. Una visita al Parque Letná invita a disfrutar de una cerveza fría en su hermosa cervecería al aire libre. Desde aquí podrá disfrutar de la vista panorámica de la ciudad.
Copenhague, una de las ciudades más bellas del extremo norte
La capital nórdica tiene raíces históricas que se remontan a los primeros tiempos como pueblo de pescadores vikingos. Sus monumentos y su arquitectura son un tesoro único. Entre los monumentos más bellos de la capital se encuentran el Castillo de Christiansborg y Nyhavn. Otros monumentos que hacen de Copenhague una de las ciudades más bellas de Europa son los Jardines de Tivoli o la Sirenita.
Florencia, la ciudad de los artistas
En Florencia podrá admirar probablemente la mayor cantidad de tesoros artísticos en un espacio tan reducido de Europa. Aquí podrá descubrir innumerables tesoros culturales, admirar museos, edificios históricos, palacios y basílicas. Por algo el centro de esta ciudad de más de un millón de habitantes ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. «San Lorenzo» es el mayor y más antiguo mercado de abastos de Florencia, cuya visita será sin duda inolvidable.
Barcelona – la segunda metrópoli más grande de España
La metrópoli española es una de las ciudades costeras más bellas de Europa, y se dice que no se parece al resto de España. Esto es cierto, ya que Barcelona es una región autónoma del país. Barcelona encanta con su hermoso paseo marítimo, sus tranquilos parques, sus zonas peatonales y sus animados mercados. La cima de la colina de Montjuïc ofrece una fantástica vista de Barcelona. Se trata de una fortaleza militar del siglo XVIII.
Roma – los recuerdos del antiguo Imperio Romano cobran vida
La belleza de Roma es intemporal. Aquí podrá admirar el imponente Coliseo o pasear por las acogedoras callejuelas con numerosos restaurantes italianos y artistas callejeros. La Plaza de España es un lugar maravilloso para contemplar la ciudad. La visita a la Fontana de Trevi debe posponerse para las horas nocturnas, cuando las luces iluminan esta obra maestra del barroco. Le Terrazze del Vittoriano ofrecen una vista panorámica de 360° de Roma.
Lisboa – La capital de Portugal es una auténtica joya
La ciudad está situada sobre una serie de colinas. Éstas desembocan en el majestuoso río Tajo. Por todas las pintorescas calles de la ciudad encontrará fantásticos miradores. Le permitirán apreciar realmente el encantador encanto de la ciudad. Las iglesias y monasterios medievales, así como las coloridas plazas y calles públicas, sorprenderán a cualquier visitante.
Viena, cuna de grandes músicos
Los grandes de la música, Mozart y Beethoven, tuvieron aquí su hogar. Pero Viena es también una ciudad con mucho que ofrecer para todos aquellos que no son amantes de la música. Esto incluye tanto la impresionante arquitectura y los hermosos parques como la singular cultura de los cafés de la ciudad. Podrá visitar inolvidables e impresionantes jardines palaciegos, así como la paleta de colores pastel de la arquitectura barroca y renacentista. Desde la torre norte de la catedral de San Esteban tendrá una inolvidable vista de pájaro de Viena, la ciudad de los artistas.