Submariner es el primer reloj de pulsera de buceo hermético hasta 100 metros de profundidad. Este fue el segundo gran logro, en cuanto a maestría técnica de hermeticidad, tras la invención en 1926 del Oyster, el primer reloj de pulsera hermético del mundo. El Submariner supuso un hito en la historia de la relojería y se convirtió en el reloj de buceo por excelencia.
El diseño del Submariner está completamente determinado por las necesidades prácticas de los buceadores. Desde 1953, el reloj ha ido evolucionando técnica y estéticamente mediante la incorporación de elementos que mejoran su funcionalidad. El primer modelo fue el pionero y sus modalidades subsecuentes han continuado su legado como relojes de buceo de referencia.
El bisel giratorio unidireccional del Submariner es una característica fundamental de este reloj. Sus graduaciones grabadas de 60 minutos permiten controlar con seguridad y precisión el tiempo de inmersión y las paradas de descompresión. Manufacturado por Rolex a partir de una cerámica dura y resistente a la corrosión, el disco del bisel Cerachrom es prácticamente imposible de rayar y su color no se ve afectado por la exposición a los rayos ultravioletas, ni al agua de mar o clorada.
FIABILIDAD, ROBUSTEZ Y FUNCIONALIDAD
La caja Oyster del Submariner, que garantiza una hermeticidad de hasta 300 metros de profundidad, protege de forma óptima el movimiento de alta precisión del agua, del polvo, de la presión y de los golpes. La corona Triplock, provista del sistema patentado de triple hermeticidad, se enrosca sólidamente a la caja, garantizando un sellado seguro.
CLAVE DE LAS PROFUNDIDADES
Originalmente, el Submariner fue creado específicamente para la exploración submarina y el buceo. Con los años, ha demostrado ser igual de eficaz fuera del agua y se ha convertido en el emblemático y versátil reloj de exploradores, atletas, directores de cine, artistas y otros con diferentes ámbitos de la vida.
Cuando salió por primera vez de los talleres Rolex, el Submariner tuvo un éxito inmediato y muchos profesionales de las profundidades marinas lo pusieron a prueba para la marca. Uno de estos pioneros fue Dimitri Rebikoff, un ingeniero francés especializado en la investigación submarina, para quien el reloj se hizo indispensable. En su informe de 1953, Rebikoff escribió que el Submariner había actuado extraordinariamente bien durante las pruebas:
«Podemos confirmar que este reloj no solo ha resultado completamente satisfactorio en unas condiciones de inmersión extremadamente duras y especialmente peligrosas para el material utilizado, sino que además ha resultado ser una ayuda imprescindible para cualquier inmersión con escafandra autónoma».