Pilates es una disciplina cuerpo-mente que fortalece y vigoriza tu cuerpo, estiliza la postura, moldea la figura, previene y mejora lesiones, mejora la ansiedad… entre otros muchos beneficios más. Con la ayuda de la experta Irene Crovetto -directora del centro Flow Pilates Granada– te contamos que más puede hacer por ti este método centenario.
¿Por dónde empezar?
Son muchos los que ya han probado en su cuerpo las bondades del método Pilates, pero si eres de los que aún no se han enganchado, deberías darle una oportunidad en un estudio especializado y seguro que ya siempre formará parte de tu vida. Seas como seas e independientemente de tu edad, tengas o no patologías, seas deportista de élite o alguien que nunca ha probado ninguna actividad deportiva… Pilates es para TODOS.
Eso sí, la recomendación de Irene Crovetto es que siempre te asegures de la profesionalidad del estudio; busca clases privadas o semiprivadas, ya que el método debe adaptarse a cada necesidad para que te funcione. Dependerá mucho también de quién te enseñe, es fundamental la experiencia y profesionalidad de los profesores y su capacidad empática con el alumno. Si puedes, pregunta a otros alumnos qué tal su vivencia, es la mejor forma de asegurarte que estarás en buenas manos.
En Flow Pilates Granada lo primero que realizan son unas clases de iniciación para que aprendas los principios y nociones básicas de Pilates, y una valoración personal para establecer los objetivos y decidir en qué grupo ubicarte.
Haz de tener paciencia, pues aprender Pilates lleva su tiempo, pero empezarás a sentir sus beneficios muy pronto.
“En el momento en que un alumno se pone frente a ti para que le ayudes y le enseñes es un testimonio de su compromiso de crecer, aprender, experimentar… y esta es una gran responsabilidad que tomamos como maestros para nutrir a cada persona sin juzgarla”, señala Irene Crovetto.
Un poco de historia
Como en todas las grandes hazañas hay una historia inspiradora y, cuanto menos curiosa, detrás.
Joseph Pilates, el creador del método, nació en Dusseldorf en 1880. Fue un niño enfermizo al que sus problemas de salud motivaron a hacerse fuerte. En aquel entonces entrenar era una rareza, pero él lo hacía porque quería ser gimnasta, aunque finalmente terminó como artista circense.
En 1914 se encontraba con su tropa en Londres cuando estalló la Primera Guerra Mundial, lo arrestaron y lo internaron en un campo de concentración en la isla de Imán. Allí empezó a observar a gatos escuchimizados cazando ratones y por el contrario pájaros llenos de energía y vitalidad. Pensó que se esa vigorosidad se debería al típico estiramiento que hacen estos animales, así que ideó una serie de ejercicios. Se rumorea que utilizando las camas del internado hizo un rudimentario equipamiento (se piensa que así nacen sus famosas máquinas de Pilates). Según la leyenda, cuando la gripe azotó la isla, ninguno de los que se ejercitaban con él cayó enfermo y cuando la guerra terminó todos estaban en mejor forma.
Ya en 1926 él y su mujer Clara se asentaron en Manhattan en un piso cerca de las mejores compañías de danza de la ciudad, donde empezó a ocupar el espacio con sus primeras versiones de las máquinas de Pilates (Cadillac y Reformer). Muy pronto empezó a trabajar su método (al que el llamó Contrología) con grandes bailarines como Balanchine o Graham. Las compañías les mandaban a sus artistas para que los rehabilitara de sus lesiones y, en última instancia, para prevenirlas… No tardaron en llegar grandes estrellas de Hollywood como Katherine Hepburn.
Poco a poco fue creciendo su fama también entre un público de a pie con un nivel adquisitivo elevado.
Pero Pilates no saltó a la fama mundial hasta 1990, ya que era un método que iba en contra de todas las corrientes de ejercicio: no era más peso sino menos, no era más rápido sino más lento… Fue en esta década cuando sus pupilos empezaron a crear escuelas, manuales, formaron a más discípulos y no dejaron de abrir estudios. En pocos años, Pilates ha adquirido vida propia, se ha hecho fuerte y es una industria que mueve más de 9000 millones de dólares.
Principios básicos de Pilates
A pesar de las diferentes escuelas y vertientes que existen, todas comparten seis principios que son la esencia de Pilates:
RESPIRACIÓN
CONCENTRACIÓN
CONTROL
CENTRALIZACIÓN
PRECISIÓN
FLUIDEZ
Beneficios de practicar Pilates
Con Pilates mejorarás aspectos que jamás pensaste que necesitabas, y al hacerlo empezarás a sentirte mucho mejor en general. Para Crovetto, este bienestar se debe a varios factores clave.
- Mejora la capacidad respiratoria y por tanto la salud de tu corazón, tus pulmones y tu musculatura respiratoria (que por cierto, es fundamental para tener una buena postura, apunta Irene).
- Fortalece todo el cuerpo, músculos grandes y pequeños, profundos y superficiales sin descuidar ninguna zona, previniendo y mejorando lesiones.
- Mejora la coordinación y agilidad, ganando elasticidad y muchos más recursos de movimiento.
- Mejora tu postura: sentirás y te verán con una figura más estilizada y esbelta, así como más “elegancia” en tu forma de moverte.
- Reduce el estrés, la ansiedad y ayuda a dormir mejor.
- En definitiva, practicando Pilates te sentirás lleno de energía y vitalidad.
Y como apunta la directora del centro Flow Pilates Granada “donde hay movimiento, hay vida”.
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