Con una silueta afilada, proporciones atléticas y un interior que respira competición y tecnología, el Tindaya no es solo un coche, sino una pieza de arte en movimiento que reafirma el espíritu inconformista de la marca española. (Por Joan Vidal).
El escenario, el IAA Mobility 2025 de Múnich, es un excepcional escaparate para que la marca de moda del motor escenifique, en primicia mundial, su nueva estrategia basada en la visión del futuro del lenguaje de diseño. Todo un espectáculo de intenciones que nos dejó a todos con la boca abierta.
El Tindaya, que recibe el nombre de una montaña volcánica de Fuerteventura en las Islas Canarias, se centra en la emoción de conducir que la marca española diseña a partir de una ideal radical: “No drivers, no CUPRA”, la auténtica revolución del espíritu rebelde que siempre ha caracterizado su ADN.
Su futurista, afilada y atrevida silueta empieza con la iluminación del logotipo CUPRA que se expande a través del frontal hacia los laterales, dejando para el espectáculo los elegantes faros en el capó con la conocida firma de tres luces triangulares que se identifican al primer vistazo.
Esta belleza, que mide 4,72 metros de longitud, exhibe una proporciones atléticas con una silueta tipo Fastback que recorre toda la carrocería hasta llegar a los pronunciados hombros traseros inspirados en el cuerpo humano, nada común para estas realizaciones que se aparta de los rasgos convencionales, así como el techo que el Tindaya presenta como una columna estructural en forma de Ypsilon y, por supuesto, un diseño interior que se inspira en la competición que disfrutarán cuatro ocupantes que accederán cómodamente con la apertura opuesta de las cuatro puertas. ¡Genial!
La sofisticación y exclusividad la pone el color mate de la carrocería que cambia de la parte delantera a la trasera, desde un gris metalizado intenso, que evoca al océano Atlántico, hasta un beige suave que también recuerda a la tierra seca y a los tonos cálidos de la montaña del Tindaya. La guinda la pone el “The Jewel”, un prisma de cristal situado en el centro del habitáculo, muy a mano del conductor, mediante el cual se accede y selecciona los modos de conducción, la luz o el sonido del audio que combina con la gran pantalla central y su interacción directa basadas en IA y enlace directo a la Tribu CUPRA.