Las alianzas son un elemento que suele estar presente en casi todos los enlaces matrimoniales. Porque es tradición, por supuesto, pero también porque estos anillos conllevan una carga simbólica de una importancia enorme, ya que es la representación física del “sí quiero” que se dan los novios en la ceremonia. Ese compromiso, ese amor, ese deseo de vivir juntos, ese “sí quiero” lo llevarán todos los días, todo el día en el dedo en forma de un círculo sin principio ni fin; un anillo sencillo, simple, precioso porque representa la unión que tienen y precioso por los materiales usados en su elaboración.
Siendo conscientes de lo que todo esto supone, desde Godino han querido dotar de aún más sentido y valor emocional a este acto de entrega de un miembro de la pareja al otro cuando le pone en el dedo el anillo de boda, y para ello abren sus puertas para que todos aquellos que así lo quieran puedan realizar sus anillos ellos mismos: cada uno el del otro, para que los dos porten siempre con ese anillo el esfuerzo y el cariño que el otro ha puesto en él.
No nos referimos a que los novios diseñen sus anillos. Por supuesto que Godino da esa posibilidad; pero a lo que nos referimos es a la realización física, material, de los anillos. Godino permite que los novios se conviertan en joyeros por unas horas y sean capaces de llevar a cabo todo el proceso de realización de los anillos: desde la aleación de los materiales, la fundición, el trefilado, la forma, la forja, el soldado, limado, lijado, pulido, grabado… Todo el proceso desde el principio hasta el final, para que los anillos resultantes sean el producto íntegro y exclusivo de las manos, del cariño y del compromiso de los novios.
Para ello ponen a su disposición sus instalaciones, así como a su personal, que los va guiando paso a paso, corrigiendo y ayudando donde sea necesario o se requiera, para que el resultado final sea tan alentador y emocionante como deseable.
Hemos podido comprobar el proceso en vivo con alguna de las parejas que ya han vivido y disfrutado de esta vivencia y no podemos más que decir que resulta entrañable ver la entrega con la que se prestan a hacer sus alianzas y lo contentos que quedan cuando las ven finalizadas, fruto de sus propias manos. En definitiva, una experiencia original que merece la pena vivir y que eleva el obtener las alianzas a mucho más que el mero acto de acudir a una joyería y elegir unos anillos cualesquiera.