GERVASIO POSADAS: “NECESITABA CREAR, NO DEJARME LLEVAR POR EL PILOTO AUTOMÁTICO DE LA VIDA”

¿Fracasar para tener éxito o tener éxito para fracasar? Gervasio Posadas vuelve a la sátira con El fracaso de mi éxito, la historia de un escritor que encuentra el reconocimiento literario… fingiendo ser otro en Instagram. En esta entrevista, Gervasio reflexiona sobre las contradicciones del mundo editorial, la tiranía de los likes y esa grieta digital que separa a padres e hijos.

Gervasio, ¿Qué fue primero el personaje de Gonzalo Montenegro o la idea de satirizar el éxito?
Esta novela nace de mi interés por el éxito como fenómeno sociológico, un fenómeno que creo que tiene ahora más importancia que nunca porque las redes sociales han democratizado el acceso al reconocimiento social y a la monetización de ese éxito. Antes para ser famoso te tenía que encumbrar un medio de comunicación, ahora desde la cocina de tu casa y con un móvil puedes crear un contenido que vean millones de personas.

¿Cuánto de Gervasio Posadas hay en Gonzalo Montenegro?
Como yo, Gonzalo es un escritor de mediana edad y tiene una hija. Hasta ahí llegan los paralelismos. Gonzalo pretende vivir solo de la literatura y yo soy gestor cultural y además dirijo yoquieroescribir.com, un taller de escritura creativa. Digamos que habito en el mundo real, fuera de la burbuja en la que a veces viven los escritores, y tengo más contacto con la gente

¿Qué te impulsó a volver a la sátira después de obras más históricas como El mentalista de Hitler o El mercader de la muerte?
He sido padre por primera vez casi con sesenta años y, sumado al trabajo que tengo habitualmente, el cuidado de la niña no me dejaba mucho tiempo para escribir, pero necesitaba crear, no dejarme llevar por el piloto automático de la vida. Por eso elegí un tema contemporáneo, que no requiriera investigación histórica, que conociera bien y que me permitiera divertirme en los momentos en que podía escribir.

En tu libro, Gonzalo desprecia las redes y termina atrapado en ellas. ¿Te ha ocurrido algo parecido en su experiencia personal?
La verdad es que no me divierten mucho las redes, no acaban de engancharme y me da mucha pereza mantener mis cuentas.

La relación entre Gonzalo y su hija Pilar parece un reflejo generacional profundo. ¿Qué quería explorar con ese conflicto?
El conflicto generacional siempre ha existido, pero ahora se añade una brecha tecnológica que dificulta aun más la relación de padres e hijos. Los padres ya no saben que es lo que hacen sus hijos cuando pasan horas y horas encerrados en su habitación con un teléfono móvil; pueden entrar en una red de pederastia, en una secta, en un grupo terrorista…o simplemente quemarse las pestañas jugando a la play.

 

¿El éxito puede llegar a ser una amenaza más que una recompensa?
El éxito mal digerido puede ser una maldición. Hay que ser muy maduro para gestionar bien tanto el éxito como el fracaso.

¿Qué retrato crees que ofrece esta novela del mundo editorial actual?
Sin pretender ser un estudio en profundidad, la novela sí ofrece un panorama de un sector que, a pesar de su carácter cultural, no deja de ser un negocio que en la mayoría de los casos busca el beneficio en detrimento de la calidad. Se buscan perfiles de éxito para garantizar las ventas.

Si pudieras darle un consejo al personaje de Gonzalo desde su experiencia personal, ¿cuál sería?
Que no pretenda vivir de la escritura y que no intente desentrañar el secreto del éxito editorial. Por suerte, para casi todos los profesionales sigue siendo un misterio.