Con EIGHTEEN, Palomo Spain regresa a Madrid y transforma el hotel The Palace en un escenario de transición emocional y estética. En una presentación cargada de simbolismo, Alejandro Gómez Palomo firma una oda al paso a la madurez —propia y de la firma— con siluetas delicadas, guiños al cine de Sofía Coppola y una sensualidad contenida que marca el inicio de una nueva etapa creativa.
Palomo presenta en Madrid su colección Primavera/Verano 2026 en el renovado hotel The Palace, una presentación íntima dentro del calendario de MBFW, y una vuelta a Madrid después de varias temporadas desfilando en Nueva York.
Entre los asistentes han estado personalidades como Paco León, Carmen Lomana, Carla Díaz, Sita Bellán, María Escoté, Ana Rujas, Natalia Lacunza, Mirela Balic, Lola Rodriguez, Hiba Abouk o Martiño Rivas, que ha desfilado para la firma.
Con Eighteen, Alejandro Gómez Palomo propone un viaje emocional hacia ese umbral en el que la juventud se transforma en madurez. La colección captura ese instante vital y universal en el que, aunque todo parece seguir igual, dentro de ti se abre paso un universo más inquieto, más sensual, más libre.
El título de la colección encierra esta doble lectura: Eighteen alude tanto al coming of age, a la mayoría de edad y la emancipación, como al número que marca un hito en la historia de la casa: se trata de la decimoctava colección de Palomo, un punto de inflexión en su trayectoria.
Este relato íntimo conecta también con el presente de la firma, que abandona su taller en el pueblo natal para trasladarse a Madrid. La mudanza es, en sí misma, un gesto de emancipación: dejar atrás el refugio familiar para abrirse a una etapa de madurez y expansión creativa.
El imaginario visual de Eighteen se nutre del cine de Sofía Coppola —de The Virgin Suicides a María Antonieta—, donde la inocencia encapsulada convive con una rebeldía soterrada y un deseo feroz de libertad. En este universo, los acordes de una banda sonora nostálgica se mezclan con colores suaves (rosas pastel, verdes agua y azules claros), atmósferas empolvadas y tejidos que evocan la intimidad de una vida aún doméstica, intervenidos por gestos de ruptura: cortes inesperados, volúmenes que hablan de deseo y detalles que anticipan la huida.
Con una paleta concisa y un delicado diálogo entre lo duro y lo suave, lo opaco y lo transparente, Alejandro profundiza en su sello característico dentro del knitwear y la piel, explorando siluetas inusuales y detalles meticulosamente elaborados. La colección refuerza también la estrecha relación colaborativa con Swarovski, que esta temporada se materializa en propuestas florales adornadas con cristales verdes, azules y rosas.
Más allá de la moda, Eighteen es un manifiesto: la celebración de crecer, de irse de casa, de vivir bajo las propias reglas. Una colección que transforma la promesa de la vida en decisión, y que marca, al mismo tiempo, el comienzo de una nueva etapa para Palomo.
“Tiene mucho que ver con dejar el pueblo donde siempre hemos estado y donde montamos Palomo – dejar el taller, dejar tu casa. Incluso con empezar a tomar distancia de ese núcleo familiar al que has estado pegado toda tu vida. Lo vemos reflejado en esos personajes de la colección, pero en realidad habla también mucho de nosotros, del equipo de Palomo.”
Alejandro Gómez Palomo
Entre las colaboraciones para este desfile destacan los sombreros, una vez más, desarrollados por Vivas Carrión, Swarovski y el hotel The Palace. Así como la cesión en calzado de Charles & Keith y Pedro Shoes.
