Tras la etapa festiva, las emociones pueden volverse complejas. El parón tras múltiples celebraciones, menos horas de sol, la falta de objetivos para el nuevo año o el bajón económico pueden ser los detonantes.
Tras la etapa festiva, las emociones pueden volverse complejas. El parón tras múltiples celebraciones, menos horas de sol, la falta de objetivos para el nuevo año o el bajón económico pueden ser los detonantes.