Cuando nos aplicamos una crema esperamos que haga maravillas, nutriendo, hidratando o rejuveneciendo, pero nunca nos preguntamos por el tiempo que tarda en absorberse, ni cómo este proceso influye en su efectividad.
Cuando nos aplicamos una crema esperamos que haga maravillas, nutriendo, hidratando o rejuveneciendo, pero nunca nos preguntamos por el tiempo que tarda en absorberse, ni cómo este proceso influye en su efectividad.