Llega la revolucionaria cirugía de la Blefaroplastia completa con injerto graso
Los años no pasan en balde para nadie. El envejecimiento hace que muchas veces nos sobre piel en el parpado superior o que las bolsas grasas se prolapsen y estén abombadas. Normalmente, en el párpado inferior aparecen las típicas bolsas que dan un aspecto de persona cansada, y también puede haber un exceso de piel. En otros casos, los surcos intraorbitarios (los que están debajo de los ojos) están muy hundidos. Pero tranquilos, con la técnica de la blefaroplastia se puede extirpar la piel que sobra, la bolsa que proyecta demasiado… de forma sencilla.
Clásicamente la cirugía de blefaroplastia era extirpar la piel sobrante y pocas veces se pensaba en que lo más bonito y natural no es ‘quitar quitar quitar’, sino que en ocasiones se necesita reponer una cantidad de grasa para unos resultados óptimos. “En general, los cirujanos plásticos nos estamos dando cuenta de que no solamente eliminamos signos de envejecimiento, sino que de esta forma damos juventud al rostro”, apunta la doctora Ana Moreno, todo un referente de la cirugía plástica y estética en Granada. Aquí entra en juego la revolucionaria cirugía conocida como blefaroplastia completa con injerto graso.
En los últimos años, se ha generalizado el injerto graso mediante lipofilling, sobre todo en el surco intraorbitario, para conseguir una zona lisa y sin sombras. En la mayoría de los pacientes se está combinando la blefaroplastia con ese injerto graso justo debajo del ojo donde aparece ese gesto oscuro y hundido de la ojera, dejando mucha más luminosidad en la mirada y un efecto mucho más rejuvenecido. Una ventaja magnífica de la grasa que se transfiere es que nunca hay posibilidad de rechazo porque es nuestra propia grasa.
La cirugía de blefaroplastia completa con injerto graso está indicada para aquellas personas en las que los signos del envejecimiento están más marcados. El tipo de paciente no tiene por qué ser de una edad concreta. A cada persona el envejecimiento de la piel nos ataca de una forma distinta, independientemente de la edad.
En palabras de la doctora, “en muchas ocasiones estamos combinando ambas técnicas no sólo para poner grasa en ese surco intraorbitario, sino que hay personas que aprovechan el momento para hacerse un lipofilling facial completo que consiste en que ya que estamos cogiendo un poquito de grasa -normalmente del abdomen donde siempre suele sobrar un poco-, aprovechamos para rellenar los surcos nasogenianos, las líneas de expresión de alrededor de la boca, tanto de la parte superior como inferior, para rejuvenecer labios, la zona de los pómulos, sin llegar a ser una cosa exagerada porque yo huyo totalmente de las cosas exageradas, pero sí para conseguir un poquito más de proyección para esos pómulos que con el paso de los años se han venido cayendo. Lo mismo para la zona temporal de la sien que se va hundiendo, debajo de las cejas…”
Es un conjunto de zonas que se pueden tocar para conseguir un efecto mucho más luminoso porque la grasa no solo aporta un efecto volumétrico, sino que tiene un factor de generación celular importantísimo. Así que toda la cara lucirá un aspecto mucho más luminoso.
Además, este rejuvenecimiento resulta absolutamente natural. Nada de aspecto de “cara operada” sino de haber echado un poco para atrás las manecillas del reloj de nuestra piel. ”Estoy bastante satisfecha con los resultados y de que la señora que tienes en la foto del “pre” casi parezca la madre de la de la foto del “post”. Son resultados muy naturales y duraderos”, puntualiza la doctora Ana Moreno.