El Mustang GTD se pone el punto de partida a una nueva generación de vehículos homologados tanto para la competición como para la carretera
El relato es de película: “En las profundidades de un garaje oculto de las instalaciones de un túnel del viento en Allen Park (Michigan, EEUU), un equipo se reunió a deshoras en 2021 para una nueva misión que, sobre el papel, parecía un sueño imposible, diseñar un Mustang que se enfrentara a los mejores deportivos europeos”. Así empezó todo. Una historia, un sueño que se ha hecho realidad.
Y aquí lo tienen. Es la edición limitada de un súper deportivo de altas prestaciones, homologado para la carretera, también denominado Ford Mustang GTD 2025, inspirado en el Mustang 2023 que competirá en Le Mans el año que viene y que, por supuesto, hecho por y para ganar en esta famosa carrera de 24 horas como lo hizo el GT. Nada con lo visto hasta ahora, con esa carrocería de fibra de carbono, su imponente alerón trasero, frenos cerámicos, transmisión de doble embrague de 8 velocidades, una distribución de peso 50/50 e impulsado por un tremendo motor V8 sobrealimentado de 5,2 litros que genera una potencia de 800 CV. Bufff, de carreras.
Una gran familia que ya tiene algunos integrantes como el Mustang GT4, el Mustang GT3 y el próximo Mustang Dark Horse R. Por su parte, la producción del Mustang GTD será limitada a un precio que rondará los 276.342 euros al cambio actual. Comenzará a fabricarse en la planta de montaje de Ford en FlatRock y después será llevado a las instalaciones Multimatic en Markham (Canadá) donde se terminará a mano trabajando en equipo con Ford Performance. Llegará a finales de 2024.
Como dicen el la casa americana: “Esto es lo que ocurre cuando cogemos aquello en lo que somos buenos y vamos más allá de los límites para ver hasta dónde podemos llegar”. Y que lo digan. Con esta hermosa y atrevida creación, cualquiera lo duda.
Por Joan Vidal