HAMZA ZAIDI ESTRENA ‘8 APELLIDOS MARROQUÍS’

Si nos hubiéramos podido adentrar en la cabeza del actor Hamza Zaidi cuando apenas tenía 13 años, nos hubiéramos encontrado a Giuseppe Tornatore recreando un Cinema Paradiso entre sus neuronas. Y es que este actor de origen marroquí, hijo adoptivo de España, lo tenía claro: Quería estar tras una pantalla, interpretar diferentes papeles y por qué no, algún día poder ser el protagonista de sus propias historias. Y así lo hizo, El príncipe, Anclados o El club de los lectores criminales, han sido algunos de los títulos en los que ha dado vida a sus diversos “yoes”. El próximo 1 de diciembre, vuelve a la gran pantalla con la saga más taquillera del cine español, 8 apellidos marroquís, del cineasta Álvaro Fernández Armero.

Para quienes no te conozcan. Preséntate.
Mi nombre es Hamza Zaidi, nacido en Marruecos, pero madrileño de adopción. Llegué a España con tan solo dos años y medio. Soy actor, desde los 14 con mi primer papel en la serie El Príncipe, luego mi escenario me lo tuve que crear con mi canal de You Tube, pero eso es otra historia.

Del actor al youtuber, del youtuber al actor… Cuéntanos cómo empezó todo.
Un día a la salida del instituto con 13 años. Mi mente siempre tenía la necesidad de interpretar y crear mis propios personajes. Recuerdo ese día, en la calle, en la que estaban rodando una película. Me quedé todo el día viendo cómo lo hacían. Una de las de producción me vio y me habló sobre dos webs de castings donde podía probar suerte enviando mi perfil y algunas fotos. Y así hice. Tras rodar dos cortometrajes para fin de grado, en una de las webs estaban buscando un personaje marroquí para la serie El Príncipe. Les encantó el casting que hice y ese fue mi comienzo en este mundo. Durante los tres años siguientes, trabajé en proyectos como La ignorancia de la sangre, El Príncipe o Anclados. También hice teatro, microteatro y estudios de interpretación durante los años posteriores. Me entrené a fondo. Pero no fue hasta 2016 cuando di el salto a las redes sociales, por lo que Instagram me sirvió de escaparate y de entrenamiento para los personajes que iba dando vida. Mi humor en ese entonces se basaba en comparar España y Marruecos y exagerar las costumbres de cada país rompiendo con sus estereotipos, ya que los conozco muy bien y no había nadie haciendo estos paralelismos. El bombazo llegó en 2016 con el mítico vídeo “Kitipasa” (“que te pasa” pero con acento marroquí). Se hizo tan viral que en cuestión de dos meses estaba en boca de todos los adolescentes de España. Subí de 10.000 seguidores a 1.5 millones. Una auténtica locura.

¿El abrir con 17 años tu canal de Youtube no deja de ser tu propia pantalla o escenario para saltar al mundo de la actuación, pero en tono casero?
Sin duda. Cuando comencé a crear contenido en redes sociales fue debido a la falta de castings que había, pocos proyectos en los que buscaran gente de mi perfil y no me llegaban apenas proyectos. Así que si Mahoma no va a la montaña, tendremos que llevar la montaña a Mahoma. Mi inquietud y ganas de evolucionar me llevó a crear también cortometrajes escritos y producidos por mí en YouTube, así como vídeos en TikTok a modo de pequeños cortometrajes.

Ya llevas 13 años trabajando en el mundo del cine y la televisión. Títulos como El príncipe, La ignorancia de la sangre, El mejor verano de mi vida, Como Dios manda o Anclados ¿Podemos decir que ya desde muy temprano se estaba gestando un futuro actor?
Te puedo asegurar que fue mi sueño desde bien chiquitito. Y no solo actor, sino creador. Me gusta esa palabra. Crear cosas. Unir puentes. Escribir guiones y producir una obra audiovisual para contar nuestra historia al mundo. Esa necesidad interior hizo que buscara todos los días cuando llegaba de clase castings en los que quisiesen perfiles parecidos al mío. Así comenzó todo.

El 1 de diciembre estrenas 8 apellidos marroquís, háblanos un poco de su personaje. ¿Cómo has conseguido darle vida? ¿Qué hay de Hamza en tu personaje y de tu personaje en Hamza?
Doy vida a Yashir y me pareció muy divertido meterme dentro de su piel. Es el primo de la protagonista. Solamente puedo decir que él habla español y traduce a su tío y sus primos todo lo que dice el otro protagonista español. Imagínate el show que se puede crear cuando un hombre muy de derechas viaja a Marruecos en busca de algo.

 

Enfrentarte a tus vídeos de YouTube en un 360 grados: dirección, guion, atrezzo, vestuario, interpretación… ¿Te ha servido de master a la hora de enfrentarte a proyectos cinematográficos como El club de los lectores criminales?
Interpretar en YouTube es completamente diferente a interpretar en cine. Aunque tengo que reconocer que en Internet también coges algo de experiencia. En YouTube rompes la cuarta pared la mayoría de las veces y hablas directamente a tus seguidores para que se sientan tus amigos. En el cine tú eres el personaje. Es más tenso. El club de los lectores criminales es original de Netflix, imagínate un equipo de más de 20 personas detrás de la cámara esperando a que digas tu frase y todos dependen 100% de ti. Me encanta.

De hecho, esta última película te valió enfrentarte a un perfil nada estereotipado. Entre otras cosas porque hace de Koldo Abuk, un joven vasco. ¿Cómo vivió esta oportunidad?Me gustó mucho que mi personaje en El Club de los lectores criminales no fuera un estereotipo, es decir, a lo que nos suelen llamar a los actores marroquís. Koldo era un chico vasco, friki de los libros de terror y hacía videos en directo desde su casa hablando sobre ello.

¿En qué has evolucionado actoralmente hablando el niño de El Príncipe?
Tengo que reconocer que ahora mismo me veo de pequeño en la tele y me encanta como lo hacía. Ese niño de 14 años ya tenía una gran intuición. Ahora tengo más experiencia en general y, por lo tanto, puedo desenvolverme mejor en la mayoría de las ocasiones. Aunque también pienso que los niños pequeños naturalizan tanto la escena que te lo crees a la perfección.

Tu humor traspasa fronteras, de Marruecos a España y de vuelta. ¿Hay algo de lo que NO te puedas reír?
Yo pienso que el humor es lo único que hace la vida soportable. Siempre nos va a quedar una sonrisa sea donde sea. Aunque tenemos que tener cuidado porque muchas veces puede ofender y pienso que hay que crearlo desde el respeto y el cariño. Reconozco que mis amigos cercanos y yo tenemos un humor bastante picantón, pero hay que saber con quién utilizarlo porque no todos lo entenderían. El humor es una forma divertida de ser serios.

Con casi 3 millones de seguidores en Instagram, más de un millón en YouTube y sigue y suma con TikTok, una comunidad que parece que no para de crecer con más de 100 millones de likes… ¿Cuál es el secreto?
No hay secreto. Literalmente es lo que siempre escuchamos: Apostar por tu creación, tu producto. Intentar ser lo más original. Ser constante. No perder la esperanza porque si insistes, llegará.

Ilumínanos ¿Cómo es el Olimpo de los creadores de contenido?
El Olimpo de los creadores de contenido son los streamers: aquellos que hacen vídeos en directo en la plataforma Twich. Tienen prácticamente todos más de 10M de seguidores solamente en Instagram y la mayoría la pasan en casa jugando a videojuegos o charlando.

 

¿Proyectos de futuro confesables?
El más inminente es el estreno de 8 apellidos marroquís que estará el 1 de diciembre en cines. Hay otros dos proyectos que se tienen que estrenar entre fin de año y marzo. Y paralelamente tengo un proyecto escrito desde hace más de 3 años con otros dos amigos, compañeros, actores. Cuenta la historia real que hay detrás de las redes sociales y toca con mucha sensibilidad la salud mental actual y la generación que está por venir. Y hasta aquí puedo leer.

Responde en menos de un mintuto.

¿A qué o a quién no le dedicarías ni un minuto de tu vida? A todo aquello que no muestre respeto.

Los primeros nervios se los debo a… Al teatro, cuando hacía actividades extraescolares en el cole con 11 años. Me acuerdo que interpreté a Shakespeare en Romeo y Julieta y fue mi primera experiencia con más de 30 personas mirándome.

¿Qué es lo que más amas de tu profesión? Ver el trabajo que he hecho plasmado en la pantalla. Tengo un amor-odio con eso, pero cuando veo que esa escena salió como tenía que salir, me encanta.

¿Para tener éxito, hay que querer el éxito? Para nada. El éxito lo puedes buscar, pero también puede venir solo y sin quererlo. Y ahora con la globalización de las redes sociales, más. Hay que saber llevarlo porque no está hecho para todo el mundo.

¿Quién te hace reír? Me hacen reír mis amigos. La gente de mi barrio, de Carabanchel. Gracias a ellos mi humor es como es.

¿Si no fueras actor? Emprendería en algo. Aprovecharía la facilidad de que un tiktok pueda llegar de una punta a otra del mundo rápidamente y pensaría cómo rentabilizarlo. Me buscaría la vida en lo que se me diese bien.

¿Qué es lo que más te relaja? Echarme una siesta en casa de mis padres después de comerme el buen couscous de la mamá.

Una canción que te acompañe siempre. Nunca falla; Sultans of Swing- Dire Straits.

Un director/a de cine con quien te mueras por trabajar. Español me gusta Bayona, lo último que ha hecho, La sociedad de la nieve, es brutal. Si es internacional, Tarantino.

¿España o Marruecos? No puedo elegir. En una nací y en otra me crie. Es como elegir entre mamá y papá.

Recomiéndanos una película para curar las heridas del alma. En busca de la felicidad.

Y una serie canalla… La casa de papel. Sin duda. Siempre fan.

FOTOGRAFÍA FERNANDO FRADE

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