UN ÁTICO URBANO CON PISCINA Y VISTAS A BARCELONA

Este ático con impresionantes vistas a la ciudad de Barcelona fue el encargo que llevó a sus propietarios a confiar en el estudio Pia Capdevila Interiorismo. Esta vivienda de 200m2, luminosa y con una amplia terraza que rodea todas las estancias y cuenta con piscina, requería una intervención en cuanto a nueva distribución, selección de materiales y proyectos de decoración.

La familia propietaria, con niños pequeños, querían un hogar cómodo y funcional para convivir con los más pequeños sin sacrificar elegancia ni modernidad. En una fase inicial, se redistribuyó el dormitorio principal para convertirlo en una acogedora suite y se reorganizaron la cocina y el comedor para optimizar los espacios y mejorar la circulación entre ellos.

Una vez acabada la obra, se centraron en el trabajo de la carpintería a medida, el mobiliario y la decoración. Dado que los espacios eran amplios, se priorizó mejorar la capacidad de almacenaje mediante mobiliario hecho a medida. En términos decorativos, las bases neutras han permitido trabajar dentro de una línea actual con colores suaves, que se han contrastado con detalles en negro en mobiliario, tapicerías, iluminación y obras de arte. Y para el pavimento de la vivienda se ha seleccionado un porcelánico de Porcelanosa con acabado madera.

La vivienda se distribuye en zona de día a la izquierda y zona de noche a la derecha, rodeada en todo su perímetro por una terraza exterior organizada en diferentes espacios.

Zona de día

Los grandes ventanales de los que disfruta este ático cautivaron a sus propietarios y al estudio, que se centró en potenciarlos al máximo.

El recibidor, de dimensiones reducidas, se ha convertido en un espacio amplio y luminoso gracias al uso del color blanco y una impactante obra de Bruno Ollé que inunda el ambiente con colores RAL y un toque artístico.

El salón-comedor se organiza en una zona de estar y un comedor, que queda al lado de la pared que comunica con la cocina. Todo este ambiente comunica con una terraza exterior que cuenta con una zona de estar, piscina y comedor exterior.

El salón, integrado al comedor en un espacio diáfano, destaca por sus colores neutros, donde predominan el gris claro y el blanco, ampliando la sensación de luminosidad. Tanto el sofá esquinero, como la alfombra que enmarca toda la zona de estar, son de color gris claro y la mayoría de muebles y complementos se han escogido en tonos blancos y madera clara. Las piezas en madera aportan calidez y naturalidad. Desde el salón, se accede directamente a la zona de estar exterior.

El espacio destinado al comedor ha permitido poner una mesa cuadrada para ocho comensales. La pared que lo separa de la cocina se abre a ambos lados para dar paso de una estancia a la otra a través de sendas puertas correderas.

El color negro protagoniza este espacio a través del tapizado de las sillas, el faldón de la cortina, la lámpara y la vitrina. Desde el comedor se accede directamente a la zona de la piscina exterior.

La cocina, sutilmente integrada en el salón-comedor, crea un claro diálogo entre los tres espacios. El estudio de Pia Capdevila ideó un tabique abierto a ambos lados con puertas correderas empotradas que divide el comedor de la cocina. Por la parte interior de esta pared se apoya una mesa que genera una zona office en la cocina y que forma parte del diseño de la isla central.

La cocina es de planta cuadrada con mobiliario en líneas rectas, en un gris claro, sin tiradores y con el frigorífico panelado. Cuenta con dos frentes en perpendicular, una isla central que genera una mesa office y acceso directo tanto al comedor exterior en la terraza como al interior.

Los dos accesos desde la cocina a la terraza exterior y al salón de la vivienda, han marcado la distribución del mobiliario que se divide en dos frentes, uno con la zona de trabajo-agua y almacenaje, y el otro con los electrodomésticos, el mueble desayunador y la despensa. La isla central recoge la zona de cocción con una campaña extractora empotrada en el techo, almacenaje en todo el perímetro, una amplia superficie de trabajo que integra el comedor.

El aseo de cortesía, aunque de reducidas dimensiones, tiene espacio suficiente para contar con una cómoda encimera y un mueble volado que hace más liviano el conjunto. El mural de fibra sintética ‘Deep Ocean’ de Coordonné instalado en una de las paredes aporta un toque sorprendente y elegante.

Zona de noche

A la derecha del recibidor arranca un pasillo que comunica con la zona de descanso dividida por una puerta que da acceso a un distribuidor con tres dormitorios y un despacho.  En el espacio de la zona de noche se ha colocado un banco de madera, un cuadro grande y una alfombra, todo en tonos tierra y blanco para dar sensación de amplitud.

El mobiliario para el dormitorio principal en suite se ha escogido sencillo en busca de atemporalidad y se ha empapelado la pared en la que apoya la cama con un modelo texturizado en lino a juego con el cabecero tapizado en un textil del mismo tono.

 

El vestidor, conectado al dormitorio y al baño, ofrece un espacio independiente a través de una puerta corredera. En este caso se ha prescindido de puertas y se ha optado por un armario tipo closet, abierto hasta el techo para optimizar al máximo el espacio de almacenaje.

El baño principal, que cuenta con ducha y bañera, mantiene la misma paleta de colores tierra y grises que se repite en toda la vivienda, resaltando aquí en matices por el contraste con el blanco del mobiliario y los sanitarios.

El mueble del lavabo es un diseño volado con grandes cajones, una encimera con doble seno y un espejo de diseño horizontal que cruza la pared ampliando el baño. La ducha genera una bañera en la que se ha instalado un cristal con una ventana con cortina veneciana, que comunica con el dormitorio.

Las habitaciones infantiles, una al lado de la otra, se han diseñado de manera que una de ellas tenga la función de dormitorio y la otra de cuarto de juegos y estudio, pero pensando en poderse convertir en dos habitaciones independientes cuando los niños crezcan y quieran tener sus propios dormitorios.

Desde Pia Capdevila Interiorismo se ha diseñado un mueble para albergar juguetes con mucha capacidad de almacenaje que se convierte en un cómodo escritorio con luz natural para hacer los deberes.

Exteriores

La terraza se ha distribuido en varias zonas claramente organizadas: un salón exterior que amplía el salón interior, una mini piscina con vistas a Barcelona a la que se accede desde el comedor, un comedor exterior al que se accede desde la cocina, y una zona de juego y gimnasio que conecta con los dormitorios infantiles y la suite principal.

La zona de estar exterior se ha resuelto con dos sofás y una butaca, acompañados de una mesa de centro y una auxiliar. Aunque el protagonismo de este rincón se lo lleva la pared de jardín vertical de Bossvi, que lo llena de frescura. Todo se ha vestido con textiles adaptados al exterior que consiguen dar continuidad al estilo decorativo del salón interior.

Al comedor exterior, situado al lado de la piscina, se accede desde cualquier estancia, pero directamente desde la cocina. Se ha diseñado cuidando la intimidad, el estilo decorativo y la incidencia del sol y la sombra para garantizar una máxima funcionalidad y comodidad en su uso del día a día.

La piscina se alza como el rincón estrella de la casa con un mobiliario y una minipiscina orientada a las espectaculares vistas de la ciudad de Barcelona. Se trata de una piscina prefabricada en acero inoxidable que se eleva unos 80cm por encima del suelo, para lo que se ha diseñado una escalera de acceso que también funciona como banco y solárium. La zona del solárium dispone de tumbonas y un sillón colgante. La tarima de madera de ipé rodea toda la terraza, creando un ambiente cálido y acogedor.

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