MORET: CÓCTELES Y PICOTEO FINO EN EL KIOSCO MÁS ‘COOL’ DE PINTOR ROSALES

Uno de los barrios más emblemáticos de Madrid pedía a gritos un soplo de aire fresco en su escena gastronómica. ¿Cómo uno de los rincones más bonitos de esta ciudad se había quedado fuera del radar de la nueva movida madrileña?

La capital recupera esta temporada el brillo de la calle Pintor Rosales con la apertura de Moret, un proyecto del Grupo Trafalgar que transforman este enclave en un nuevo epicentro gastronómico y social complementarios.

Así, se busca devolver a la zona de la alta burguesía madrileña el protagonismo que merecía, combinando historia, arquitectura y gastronomía en un entorno único en la capital.

Moret nace como un restaurante y coctelería con terraza cubierta dentro de un antiguo kiosko de estilo neoherreriano, restaurado siguiendo las indicaciones de Patrimonio Nacional. Sobre él, se levanta ahora una elegante pérgola parisina que lo convierte en un espacio vivo, día y noche, en cualquier estación. Un lugar donde el Parque del Oeste se convierte en el mejor telón de fondo, sin ruidos ni coches, solo calma, verde y vistas incomparables.

 

Situado sobre la emblemática fuente de Juan Villanueva, conocida como el “as de copas”, y rodeado de los pinos, abetos y magnolios más majestuosos de Madrid, Moret regala además unas espectaculares vistas a la Casa de Campo.

El concepto gastronómico de Moret apuesta por el picoteo fino y las propuestas para compartir. Entre sus imprescindibles destacan las ostras, zamburiñas acevichadas, pastrami de wagyu y crujientes de tartar de gamba. Además de los clásicos de Trafalgar como las gildas, anchoas sobre brioche con mantequilla ahumada, bravas amilhojadas, ensaladilla rusa, bikini de lacón ahumado y queso comté, tataki de ventresca o solomillo de vaca vieja trinchado.

 

En el apartado de bebidas, la coctelería de autor –como el Bloody Moret, Negroni del Oeste o Rosales Spritz– y el protagonismo de los espumosos hacen que también sea un lugar para brindar con champagne.

Una propuesta que consolida su carácter cosmopolita y aspiracional: “si no puedes comprar un piso en Rosales, siempre podrás tomar un cóctel en Moret”.