La Maison de Champagne Perrier-Jouët renueva su larga colaboración con los diseñadores austriacos Katharina Mischer y Thomas Traxler, que da como resultado la edición limitada que han creado para las cuvées vintage, Perrier-Jouët Belle Epoque Brut 2013 y Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé 2013.
El champagne Perrier-Jouët ha colaborado nuevamente con los diseñadores austriacos Katharina Mischer y Thomas Traxler para crear una edición limitada para las cuvées vintage, Perrier-Jouët Belle Epoque 2013 y Perrier-Jouët Belle Epoque Rosé 2013, aportando una perspectiva poética y consciente al terroir de la Maison y su cualidad más esencial: su biodiversidad.
Sus dedicadas acuarelas arrojan luz sobre las complejas interdependencias mutuas que existen entre los organismos vivos y los elementos, no siempre evidentes a simple vista en el ecosistema del viñedo. El dúo austriaco ilustra el papel que juega cada elemento en este frágil equilibrio, que Maison Perrier-Jouët se compromete a preservar, ya que proyecta un futuro ecológicamente responsable para sus viñas y sus vinos. Es dentro de esta relación de simbiosis con la naturaleza que la Maison ha evolucionado desde sus inicios.
Una experiencia artística para nutrir la sensibilidad al mundo vivo
En el contexto de su colaboración creativa con Perrier-Jouët, el dúo de diseño Mischer´Traxler, ha creado una serie de obras que han sido la piedra angular de la colaboración es su instalación I am Nature.
Para los artistas, I am Nature es ante todo un trabajo creativo y una experiencia emocional. «Esta dimensión emocional es esencial en nuestra opinión. Es lo que capta la atención del espectador, haciéndolo más receptivo al mensaje educativo y filosófico de la obra», explican.
Y añaden: «somos diseñadores, no científicos. Por lo tanto, es importante recordar que I am Nature es una obra de arte, es decir, el resultado de una interpretación creativa. Eso nos da, por ejemplo, la libertad de representar especies unas junto a otras que, en el mundo real, nunca formarían parte del mismo ecosistema».
El trabajo, que representa alrededor de 150 especies diferentes, destaca el lugar del hombre dentro de la biodiversidad. «La biodiversidad comienza con lo que podemos ver – plantas, flores, pájaros – luego, a nivel del suelo, todas las especies más pequeñas, y finalmente los microbios y bacterias en el subsuelo, que son invisibles a simple vista. En esta instalación, era importante representar a todas las especies en la misma escala para enfatizar la igualdad de sus roles en el ecosistema», explica Mischer’ Traxler. La imagen del hombre en el espejo desaparece, para ser reemplazada por la de la naturaleza. Una experiencia individual con una realidad colectiva.
Las delicadas acuarelas con las que han decorado las dos cajas de regalo arrojan luz sobre las complejas interdependencias que existen entre los organismos vivos y los elementos más o menos visibles que componen el ecosistema del viñedo. El dúo austriaco ilustra el papel que cada uno juega en este frágil equilibrio, que la Maison Perrier-Jouët se compromete a preservar mientras planifica un futuro ecológicamente responsable para sus vides y sus vinos. Es dentro de esta relación de simbiosis con la naturaleza que la Maison ha evolucionado desde su fundación.
La visión artística de Mischer´ Traxler, las interacciones entre el hombre y la naturaleza, está en línea con la misión de dar nueva vida a Maison Perrier-Jouët. Impulsada por la libertad creativa e inspirada por la naturaleza durante más de 200 años, la firma cultiva una visión alegre y positiva del mundo que aspira a dar forma a un futuro mejor para todos.