“El lenguaje de la piel es fruto de un programa biológico que atiende a lo que sentimos y a cómo lo vivimos”.
Gisella Gil, reconocida naturópata y especialista en Terapias Integrativas, Terapia Floral del Dr. Bach, Oligoterapia y Descodificación Biológica original, es la creadora del método Cosmética Emocional® bajo la marca The Emotion Lab®.
Como técnico de laboratorio desarrolló su trabajo en grandes laboratorios farmacéuticos durante más de quince años, hasta que en 2010, debido a circunstancias personales, se metió de lleno en el mundo de las terapias integrativas, centrando su interés en la cosmética aplicada al terreno emocional. Su descubrimiento fue que la piel rejuvenece notablemente, mejorando su aspecto y calidad cuando a los tratamientos cosméticos se le añade el cuidado emocional. O viceversa.
Por Maika Cano.
Gisela, ¿cómo empezó todo? ¿cómo funciona el concepto “cosmética emocional”?
Estudié Naturopatía demasiado pronto, en 1997. En esos años no había trabajo para esta profesión así que como la química me gustaba mucho me especialicé como técnico de laboratorio, lo que me llevó a desarrollar mi trabajo en varios departamentos de distintas empresas, entre ellas multinacionales, dentro del sector Pharma. Jamás dejé de estudiar sobre las terapias naturales, la visión holística del ser humano, la evidencia de lo que no tenía presupuesto para grandes estudios científicos… hasta que llegó mi momento. El mercado empezaba a ser favorable y se juntaron muchos factores que me llevaron a montar mi consulta como naturópata. Y allí empezó todo. Descubrí cómo cambiaba la piel de mis consultantes cuando trabajábamos a nivel emocional: la rosácea o el acné desaparecían cuando se trabajaba la raíz del conflicto, cambiaba la expresión del rostro, lucían una piel con más glow. Empecé a estudiar la piel en profundidad desde la premisa de la Descodificación Biológica para conocer a fondo el conflicto que desencadenaba la dolencia. Uní mis conocimientos tanto de un sector como del otro y creé la marca.
La cosmética natural al uso se quedaba muy superficial para lo que yo buscaba. Las flores de Bach fueron mis grandes aliadas para formular desde lo emocional para llegar al físico. Y así, con mezclas de activos (también homeopáticos) que trabajan la energía del ser humano, creamos formulas súper completas, integrativas, emocionales, energéticas y holísticas. Necesitaba vehículos emocionales en las formulaciones para cambiar las frecuencias y reprogramar las células.
¿Cuáles son las emociones que más reflejo dejan en nuestra piel? ¿podríamos hablar de emociones buenas y malas y de reflejos buenos y malos?
En nuestra Cosmética Emocional® no distinguimos entre emociones buenas/ malas o positivas/negativas. Lo que sí es cierto es que aquellas emociones que nos resultan más difíciles de transitar o que nos mantienen en un estado emocional bloqueado (como el estrés), van a liberar cortisol y, por lo tanto, van a generar en nuestra piel afecciones cutáneas diferentes a cuando nos sentimos felices y estimulamos la liberación de endorfinas. Conocer a fondo cada conflicto emocional y su desencadenante químico en la piel nos lleva a ser muy precisos con el resultado de los tratamientos.
¿Cuáles serían estas «marcas» o reflejos por las emociones en nuestra piel?
El estrés y/o ansiedad van a generar un exceso de cortisol y eso se va a traducir en procesos inflamatorios, rojeces, acné, falta de luminosidad, acentuación de arrugas…
En The Emotions Lab® hemos desarrollado una herramienta que acompaña a conocer la vinculación entre las zonas de rostro y cuello con las emociones. Hemos identificado hasta 24 puntos diferentes que corresponden a emociones como resentimiento, inestabilidad, trauma… cada una de ellas en diferentes zonas. Conocerlas y ver cómo está mi zona (con arrugas, falta de luminosidad, etc.) me permitirá también descifrar el código emocional que escondo.
Para poder tratar una piel estresada emocionalmente, ¿con qué recursos contamos?
Con nuestra Cosmética Emocional® contamos con el recurso principal: aquel que nos permite ir a la raíz causante de esa piel estresada emocionalmente. Nuestro último producto, Eternal Blossom, es el claro ejemplo. Se trata de un cosmético formulado con 26 principios activos que actúa desde la microbiota hasta el entorno celular. Para nosotros, ese trabajo energético en el entorno celular es primordial ya que nos va a permitir reprogramar la información celular y restaurarla. Y ese es el punto de partida para una regeneración sana y duradera. Medimos energéticamente nuestros cosméticos para garantizar que están vivos, que se mimetizan con nuestra piel y que actúan desde dentro hacia fuera.
¿Determinado activos o cremas podrían definirse como “más confortables“?
Como te comentaba antes, nuestra Cosmética Emocional® va más allá de enfocar la efectividad de nuestros tratamientos a solamente el uso de principios activos conocidos por todos (que nos van a ayudar en un momento determinado) pero no van a actuar en la raíz causante de esas afecciones. Aunque en The Emotions Lab® tenemos en cuenta todos y cada uno de los detalles de nuestros productos para hacer de su aplicación toda una experiencia sensorial. Es cierto también que el olor en nuestros tratamientos siempre ha tenido un papel importante. ¿Por qué? Porqué el sistema olfativo está estrechamente ligado con el sistema límbico, responsable de las respuestas emocionales. Es por ello por lo que los olores nos conectan con recuerdos vividos y esa evocación puede ayudar a modificar nuestro estado emocional.
¿Cómo cuida The Emotions Lab® nuestra piel?
De forma holística: aportando los nutrientes necesarios para nuestra dermis (parte física) pero también cuidando la parte emocional, desbloqueando esos estados mentales que nos han llevado a la afección cutánea y energética; restaurando la información celular de los tejidos para restablecer el equilibrio.
En la mujer, ¿las etapas hormonales podrían ser de las más emocionales y de las que afectan más a nuestra piel? ¿Cómo la adolescencia o el embarazo?
Es muy importante esta pregunta. Solemos etiquetar los cambios representativos con una serie de dolencias asociadas, pero olvidamos lo más importante: no es lo que vivimos sino el cómo lo vivimos. Si la causante fuera la menopausia o la adolescencia o el embarazo todas sufriríamos las mismas consecuencias y todas sabemos que no es así. ¿Qué siento durante ese cambio?, ¿desde dónde lo vivo?, ¿cómo lo vivo? Todo eso va a marcar la diferencia en los síntomas entre personas.
¿Cómo tratar la piel y los desarreglos hormonales durante la menopausia, etapa tan complicada para la mujer a nivel emocional?
Estamos desarrollando una fórmula por vía oral para tratar precisamente los estados emocionales por los que se transita en la menopausia. Nadie te ayuda allí, te dicen que es normal lo que sientes, que forma parte de la etapa… pero no es así. Está comprobado que con un abordaje holístico puedes pasarla de puntillas e incluso te diré más: puede que se convierta en la mejor etapa de tu vida.
Los hombres, ¿cómo podrían beneficiarse de una cosmética emocional teniendo en cuenta su tipo de piel y también su lado emocional?
En The Emotions Lab® no distinguimos la piel entre género hombre/mujer. Tratamos las pieles según sus necesidades físicas, emocionales y energéticas. Por lo tanto, no nos vamos a fijar en si es hombre o mujer sino en lo que necesita, recordemos que las emociones tampoco tienen género… Nuestra Cosmética Emocional® dibuja un cuidado de la piel en neutro y teniendo en cuenta la complejidad biológica de cada dermis.