Técnicas tradicionales con una sensibilidad moderna dan como resultado piezas muy femeninas para una mujer contemporánea
Isabel Sanchis es un ejemplo de mujer hecha a sí misma. Puntada a puntada, su historia comenzaba en un pequeño taller de costura a medida, aunque ya durante la adolescencia diseñaba para sus amigas.
A principios de la década de los ’90, Isabel presentó su primera colección de vestidos de alta costura y empezó a trabajar con tiendas cercanas. Sus piezas no tardarían en llegar a boutiques de todo el país.
La artesanía tradicional, los tejidos innovadores, el arte del volumen y la feminidad característicos de la firma son apreciados hoy en todo el mundo. Isabel Sanchis está presente en más de 40 países y continúa su proceso de expansión internacional.
En 2020, la firma celebraba su 30 Aniversario y desfilaba por primera vez en MBFWMadrid con un éxito rotundo. En medio, un paréntesis para realizar mascarillas solidarias y material sanitario.
Isabel, ¿cuál es la esencia, el ADN, de la firma?
Siempre priorizamos la idea de que cada prenda tiene que ser especial. Anteponemos la feminidad en nuestras piezas y es crucial un buen patronaje junto a materiales innovadores.
¿Qué tiene de tradicional y cuánto de modernidad?
Nuestras colecciones están basadas en la combinación de la artesanía más tradicional con los elementos y tejidos más innovadores y vanguardistas. Nos gusta mantener la silueta femenina y el buen hacer del trabajo tradicional, pero utilizando materiales novedosos y nuevas técnicas para realizar prendas especiales y originales.
Las flores son uno de vuestros elementos de referencia, ¿por qué flores?
Las flores son un elemento que está siempre presente en nuestras colecciones ya que evoca sentimientos y emociones y es lo que intentamos transmitir en nuestras piezas. Cada año se reinterpreta de una forma distinta dependiendo de cada colección, más voluminosa, minimal, geométrica…
Con tu hija Paula Maiques compartes las tareas de diseño, ¿en qué os complementáis?
La verdad es que somos muy parecidas en cuanto a gustos e ideas. Muchas veces, demasiado iguales incluso. Pero siempre es mejor cuatro ojos que dos. Esto hace que combinemos ideas y logremos conseguir resultados más trabajados.
¿Qué es lo que más recuerdas de tus comienzos en el pequeño taller de Valencia?
Recuerdo noches sin dormir, hacía medida y en ocasiones de fiestas y eventos no dábamos para más y cosíamos noche y día. También recuerdo con mucha alegría los pequeños logros que iba consiguiendo paso a paso.
Hay cosas que nunca cambian… ¿cuáles en tu caso?
El amor que siento por mi trabajo, es parte de mi vida y es como de la familia, y como a ella, lo mimo, lo cuido y lo vigilo.
¿Eres una mujer hiperconectada? ¿Consigues relajarte alguna vez?
Sí, soy una persona que siempre está conectada y atenta, pero también he sabido desconectar cuando ha sido necesario. Tengo una familia numerosa, lo cual ayuda mucho a distraerse.
Todos encontramos cosas que hacer durante la cuarentena para mantener nuestras mentes ocupadas. ¿En qué invertiste tu tiempo?
Comencé rápidamente a pensar en qué podía hacer. Los primeros días, decidí que teníamos que reinventarnos y adaptarnos a las nuevas circunstancias inmediatamente. Así comenzamos a realizar las mascarillas solidarias y material sanitario.
La colección para esta primavera-verano fue presentada por primera vez en MBFWMadrid, una edición muy diferente marcada por la pandemia. ¿Qué os hizo decidiros a desfilar justo en ese momento?
Pensamos que era un buen momento para presentar nuestra nueva colección en nuestro país, volver a la esencia y así hicimos una colección que recoge lo más característico de la firma.
¿Ha influido la situación actual en la concepción de esta colección?
Es una colección más reducida, intentando sacar lo mejor de cada pieza y un poco más tranquila de lo habitual.
¿Cómo la definirías? ¿En qué os habéis inspirado?
Este año hemos intentado darle un vuelco a nuestra colección manteniendo siempre las características principales de la firma. Toda gira más a un entorno metalizado y futurista con muchos tonos grises y satinados, con una cadena como hilo conductor en toda la colección.
¿Qué tendencias, siluetas, tejidos, colores y detalles destacarías de ella?
Destacaría los bordados con cadenas, un elemento que se repita en distintas formas. Predomina el color negro como es habitual y una gama de metalizados, sobre todo grises, aunque también aparecen unos toques de color.
¿Cómo adapta Isabel Sanchis las tendencias a la mujer real?
Queremos que cada pieza siente bien sin importar las tendencias, pero siempre introducimos tejidos nuevos que aportan una nueva visión y modernidad.
Desde casa hemos podido seguir los desfiles, no solo de MBFWMadrid, también de otras importantes citas, como Valmont Barcelona Bridal Fashion Week, que se han transformado en nuevas experiencias digitales. ¿Este nuevo formato de pasarela está suponiendo una democratización de la alta costura?
Los desfiles digitales es otro modo de poder llegar a un público más amplio, y así conseguir que mucha gente pueda ver las novedades en streaming. No obstante, siempre he pensado que los desfiles presenciales aportan un sentimiento y unas emociones que a veces solo se transmiten estando presente.
Los diseñadores obtienen antes un feedback de sus nuevas colecciones, ¿en qué se traduce?
En cierto modo todo llega antes y de forma más directa al cliente final, éste quiere poder adquirir las piezas elegidas lo antes posible, por lo que entramos en pre-orders de nueva colección.
La situación actual está afectando a todos los sectores en general, ¿cómo está influyendo al sector couture?
Está afectando mucho ya que todos los actos, ya sean bodas, fiestas, etc. son prácticamente inexistentes. Otros países mantienen estos actos sociales y de este modo nos permiten poder seguir haciendo colecciones tan características y trabajadas.
¿El sector camina hacia el canal online?
Una parte sí, ya que las ventas online se han disparado estos últimos dos años, pero el tacto de los tejidos, ver los bordados de forma directa y apreciar el trabajo manual es inigualable.
¿Da vértigo mirar hacia adelante?
Sí, pero es el único camino a seguir. Siempre tenemos que seguir adelante adaptándonos a todo tipo de circunstancias.
Dicen que en tiempo de crisis la creatividad aflora… ¿Cuánto crees que tiene de cierto?
Las crisis siempre agudizan la mente y por lo tanto la creatividad. Son momentos de cambio y esfuerzo y, al final, tiene resultados muy expresivos y originales.
¿Cuál es la clave del éxito de la firma Isabel Sanchis?
Creo que uno de nuestros puntos fuertes es que sentimos pasión por nuestro trabajo, y eso se ve reflejado en cada pieza. Además, tenemos una empresa centralizada donde conviven el departamento de diseño, producción y comercial, lo que nos permite ofrecer una flexibilidad y un servicio a nuestros clientes muy directo.
Mujeres como Nieves Álvarez, Paula Echevarría, Isabel Preysler, Mar Flores, Sharon Stone, Chiara Ferragni, Anne Igartiburu, Sonam Kapoor, Laura Whitmore y Nicole Kimpel, entre otras, han llevado sus estilismos más exclusivos. ¿Hay alguien a quién os gustaría vestir alguna vez?
Bueno, hay tantísimas mujeres a las que nos encantaría poder vestir… Quizá si tuviésemos que elegir a alguien sería Cate Blanchett. Para mí es un referente de estilo y elegancia.
¿Qué tenéis proyectado para los próximos meses?
Tenemos previsto presentar nuestra nueva colección para el próximo otoño-invierno 2021/22 en la MBFWMadrid y seguir trabajando como hasta ahora.