Cada vez son más las personas que optan por invertir en una segunda residencia. Para unos es la opción ideal para unas vacaciones tranquilas en la playa, para otros la excusa perfecta para escaparse a por oxígeno en la montaña, y para la mayoría una manera de asegurarse que pueden contar con un lugar de desconexión en cualquier época del año.
Anne Laure Mais, fundadora de la marca de prêt-à-porter Musier Paris y creadora de contenidos, nos abre las puertas de su casa para mostrarnos su nueva cocina, como muestra de su pasión por el interiorismo y la arquitectura. Aunque de pequeña soñaba con ser arquitecta, no acabó dedicándose a ello, pero su casa refleja su amor por lo bello, lo antiguo y su afición por la decoración.
Mobalpa ha sido la encargada de hacer posible sus deseos e ideas para crear una versión muy personal de su nueva cocina. Un lugar de encanto irresistible que asombra a cada visitante.
La cocina, al igual que el resto de la vivienda, ha sido completamente renovada con el objetivo de darle un nuevo aire. Junto con la inusual altura de los techos y los esculturales ventanales que la bañan de luz, los materiales, cuidadosamente escogidos por Mobalpa, han conseguido crear un ambiente cálido, auténtico y refinado en un estilo marcadamente retro al mismo tiempo que contemporáneo.
La casa se encuentra en un entorno rústico y atípico, en el que Mobalpa ha podido emplear toda su pericia para sublimar y revalorizar la estancia mostrando un look mediterráneo y vintage a través de grandes paredes blancas, una campana extractora en forma de chimenea y, en el salpicadero, azulejos de época con delicados toques de azul lavanda.
En un guiño decorativo a los muebles de cocina de antaño, la elección de los materiales ha sido la clave del proyecto: cuarzo blanco puro Pierre de Plan Origins en las encimeras enmarcando cada uno de los muebles bajos con montantes verticales que dan cuerpo alconjunto con zócalos de cuarzo blanco que iluminan los muebles bajos. La ausencia de muebles altos abre el espacio, realzando los techos altos y dando protagonismo al magnífico salpicadero de azulejos antiguos. Las ranuras irregulares y la presencia natural de nudos en los frentes de chapa de roble teñido añaden encanto y desprende calidez y atemporalidad.
La autenticidad y el espíritu vintage se refleja en los materiales, pero también en los objetos antiguos, todo ello sin renunciar al confort y la modernidad. En la zona de cocción se ha usado placas de inducción y hornos inteligentes en acero inoxidable para un acabado más neutro, se ha instalado gran fregadero timbre d’office en cerámica blanca replicando los modelos antiguos, la campana extractora nueva se ha ocultado en el revestimiento de la chimenea.
Pero lo más destacado de esta cocina es, sin duda, la vitrina expositora para la vajilla y la cristalería, que ocupa toda una pared y combina armoniosamente pasado y presente. Creada por Mobalpa como un aparador a la antigua usanza, combina grandes muebles bajos cerrados con frentes de roble que ocultan grandes cajones -los amplios extraíbles- y sobre estos varias vitrinas de madera blanca. En el centro del mueble, sobre la encimera, se han colocado unas baldas de madera para añadir superficie de almacenaje de forma ligera que aportan un toque de estilo contemporáneo. Una pieza de mobiliario inspirado en los muebles familiares de herencia, al tiempo que ofrece la practicidad y comodidad de un diseño contemporáneo.
Una puerta contigua a la cocina da paso a una pequeña habitación en la que el ingenio y la delicadeza de Mobalpa han conseguido crear un práctico y atractivo lavadero. Se ha diseñado con armarios de suelo a techo con grandes frentes de color verde oliva suave, en los que se ocultan los electrodomésticos -lavadora, secadora y calentador de agua- y mucho espacio de almacenaje. Los armarios altos se prolongan en un mueble bajo situado al fondo de la habitación, creando una zona de agua con una encimera y salpicadero de terrazo que proporciona una refrescante aura mineral.