Distintos y tremendamente atractivos. Les une el hacernos disfrutar al máximo de la conducción, ya sea en modo completamente eléctrico del modelo Ford Explorer, o de la mano de un brutal V8 de combustión de 5.0 litros, disfrutando a cielo abierto del espectacular deportivo Ford Mustang GT Convertible
De una parte, la imponente imagen del Explorer que causa sensación entre los SUV compactos 100% eléctricos al que la marca no renuncia a su ADN americano aportando ese rasgo diferencial dirigido a los clientes del Viejo Continente, ya que está diseñado y fabricado en el Centro de Vehículos Eléctricos que Ford tiene en Colonia por lo que son comunes en cualquier modelo de esta firma el tacto y dinamismo al volante. Una seña de identidad que al Explorer lo hace aún más divertido, innovador y aventurero.
Si por el contrario prefieres el Mustang GT Convertible, de la casa del óvalo, tienes dos alternativas muy apetecibles; por un lado un auténtico coupé con la capota cerrada y en tan solo unos segundos pasas a la versión más extrovertida para gozar del buen tiempo. Eso sí, dando rienda suelta a los tremendos cuatrocientos cincuenta caballos que dispones bajo el capó, comandados por una rapidísimo cambio automático de 10 velocidades de convertidor de par, que es capaz de aprovechar al máximo tanta potencia que van a experimentar los cuatro ocupantes de esta belleza de automóvil, con soluciones técnicas también para los frenos que para ello se ha agenciado de unos magníficos Brembo de seis pistones y, como ocurre con el Explorer, de la conectividad SYNC 4 de última generación para el sistema multimedia.