Crea el espacio exterior ideal en tu hogar
En los últimos años, las terrazas y balcones han ido adquiriendo mayor protagonismo en los hogares, convirtiéndose en espacios admirados y disfrutados prácticamente todo el año.
La interiorista Eva Mesa, cofundadora del estudio de interiorismo Tinda´s Project, nos confirma que “se ha despertado un mayor interés, no solo por crear espacios bonitos en el exterior sino también y, sobre todo, prácticos y versátiles en los que disfrutar de infinidad de planes durante todo el año y a cualquier hora del día o la noche”.
Desde el estudio nos comparten las seis claves más importantes para transformar estos espacios exteriores y poder sacarles el máximo partido.
1. Versatilidad todo el año
Lo primero que hay que preguntarse al diseñar el espacio es cuál va a ser la función principal que va a tener. Un oasis relajante en plena ciudad, un salón y/o comedor exterior, un espacio de desayuno, de lectura, incluso si tiene el espacio necesario, un lugar para celebrar fiestas y reuniones con amigos. Una vez decidido, su diseño debe pensarse para poder disfrutarla durante todas las estaciones del año.
2. Coherencia estilística
El estilo decorativo debe ser una extensión armoniosa del interior de la vivienda. Eva Mesa explica que “si se busca un estilo vintage, lo ideal es restaurar muebles antiguos y conseguir sillas de diferentes colores. Para crear un estilo rústico, usar en su mayoría piezas de madera o mimbre y añadir muchas flores. Si, en cambio, se busca una decoración más actual y de vanguardia, hay que escoger muebles de líneas rectas y macetas en colores más neutros como negro o blanco”.
3. Creación de sombra
Algo imprescindible que se suele pasar por alto, es la necesidad de generar áreas de sombra. Toldos, plantas estratégicamente ubicadas o sombrillas pueden ayudar a dividir el espacio y crear zonas diferenciadas para comer, descansar o almacenar.
4. Mobiliario versátil y proporcional
A la hora de repartir el espacio de la terraza hay que hacerlo con sentido común sin olvidar las funciones que se han marcado como objetivo de ese espacio exterior y escogiendo el tamaño de las piezas siempre proporcional al espacio.
Cuanto más espacio, obviamente, más zonas de distintos usos podremos crear (para comer, leer, tomar el sol…). En caso contrario, hay que dar prioridad a lo que más interese y, si es posible, apostar por muebles versátiles que proporcionen varios usos. Un claro ejemplo son las mesas extensibles o multifuncionales, las mesas auxiliares en forma de taburetes o los asientos que igual sirven para sentarse como para tumbarse.
5. Iluminación estratégica
Utilizar diferentes tipos de iluminación consigue crear capas en el espacio. Luz indirecta en las paredes, puntos de luz en macetas y plantas, iluminación puntual o de acento para destacar elementos concretos, luz rasante y, si se dispone de una zona de comedor, es importante agregar una lámpara o punto de luz en el centro de la mesa para delimitar visualmente la zona y definir el espacio.
6. Toque definitivo con accesorios
Elementos como plantas, cojines y alfombras son esenciales para crear un ambiente acogedor. Los textiles pueden cambiar la estética del espacio, incluso con un presupuesto limitado. Eso sí, siempre con telas especiales para exterior que resistan las inclemencias del tiempo y la incidencia de la luz solar.
Las plantas resultan indispensables a la hora de decorar una terraza o balcón. Si no se dispone de mucho espacio, una opción interesante son las macetas colgantes para la pared ya que prácticamente no molestan y son muy decorativas. Las de barandilla también son un clásico por su comodidad y el toque de color que dan a la fachada del edificio al mirarlos desde la calle. En cambio, si se cuenta con un espacio más amplio hay más margen a la hora de crear el oasis perfecto como por ejemplo con jardines verticales, una idea muy en tendencia, o con macetas de mayor tamaño que llenen las esquinas con plantas grandes.
Entre las plantas más recomendadas por Tinda´s Project se encuentran el jazmín japonés (rhynchospermum) porque aguanta muy bien las bajas temperaturas y el viento; el agapanto, en colores blanco o azul, porque guarda el agua en las raíces por lo que requiere menos riego y mantenimiento; las gauras porque son ideales para dar un punto de color; la nandina porque va cambiando de color según la estación del año -naranja en otoño, roja en invierno y verde en verano- y la hiedra (hedera, sobre todo) para ocultar las macetas.
Transformar una terraza o balcón siguiendo estas reglas de oro hará que se convierta en el rincón más codiciado de la casa.