Cinco años después de su último álbum de estudio, Laura Pausini, artista italiana más galardonada del mundo, ha presentado su nuevo proyecto discográfico internacional: ANIME PARALLELE / ALMAS PARALELAS
Este tiempo la ha visto protagonizar una gira mundial, una película biográfica, un Golden Globe y una nominación al Oscar. En 2023 celebra el 30 aniversario de una carrera increíble, coronada con el reconocimiento de Persona del Año 2023 de la Academia Latina de Grabación™.
ALMAS PARALELAS es un disco muy conceptual…
Es un disco conceptual que cuenta y celebra historias de diferentes personas. En la portada hay personas que caminan conmigo y cada persona que está ahí fotografiada es una historia del disco. El álbum tiene 16 canciones, por supuesto, entre ellas también hay una historia mía, pero básicamente es un disco que habla de personas cuyo sueño es vivir en un mundo que comparte lugares y no necesariamente comparte ideas. El concepto principal que prevalece es el respeto y el amor. En estos 5 años en los que no he lanzado disco inédito, a todos nosotros nos han pasado muchas cosas, han sido años que nos han permitido reflexionar mucho, sobre todo a nivel individual, también hacer un resumen de nuestras vidas hasta el momento y saber cómo queremos vivir desde ahora en adelante. Pienso que una vez más, pero más fuerte que nunca, la respuesta mejor es fijarnos en lo que significa respetar a los otros. Es muy difícil tratar de no juzgar, de no apuntar con el dedo, de respetar lo que hacen los otros, siendo muy diferentes algunas veces en cuanto a pensamiento, cultura, forma de vivir, a nivel político, sexual, religioso… todo. En lo que yo he vivido, y son 49 años desafortunadamente o afortunadamente (sonríe), por el mundo he visto una lucha cotidiana para ser el mejor, por definir quién el más bello, el número uno, el más perfecto, buscando quien no lo es como alguien que ha fracasado. Y pienso que eso es el verdadero odio, ese que trae guerras entre naciones, seres humanos contra otros, y esas “almas paralelas” no se cruzan, no siempre se encuentran, ese es el significado con el que yo quería ampliar mi discurso. Y no significa que quiera separarnos, significa que quiero unirnos estando separados. Este es el concepto básico de este disco, de mi vida, de mi manera de pensar y de enseñar también a mi hija que espero que aprenda de todo lo que hemos vivido en estos años: lo mejor no es dividirnos, es respetarnos siendo diferentes.
¿Todo este tiempo ha sido necesario para que el disco suene como suena?
En mi caso sí. Cada uno tiene sus tiempos. En mi disco anterior, Hazte sentir, quería dar fuerza a las personas para levantar la voz sobre su forma de ser y sentir. El de antes, Similares, era una forma de explicar que los seres humanos somos similares. Esta vez es un poquito más profundo pienso porque, además de confirmar todo lo que he pensado, escrito y cantado en estos dos últimos discos, en el nuevo me doy cuenta de que, aunque somos similares, las diferencias nos han dividido mucho. Siendo yo una persona que vivo cotidianamente con los medias, hay alguien que en alguna parte del mundo habla de mí, a veces sin saber quién soy de verdad, por eso he comprendido que no puedo ser yo la primera que apunta con el dedo si lo que quiero es tratar de respetar a quienes tienen otra dirección con respecto a la mía. Antes pensaba que todos teníamos que cruzarnos, que encontrarnos, y no es necesariamente así.
Reflexionar, tener tiempo para comprender más profundamente las cosas, es la manera más justa de aprovechar el tiempo que tenemos en la vida. De alguna manera, yo voy a contracorriente (risas). Si las noticias son que miles de personas se divorcian, yo me caso (risas). También ahí está mi reflexión. Estar bien en pareja es una cuestión de suerte, no solo de amor, y no es que estar toda la vida juntos sea fácil, hay muchos problemas, muchas controversias, pero ya no hay paciencia, comprensión entre las parejas… En este periodo de vida, especialmente con el COVID y después, he aprendido precisamente eso, a tratar de ser un poquito más profunda y reflexionar más, dar oportunidades, no ser definitiva siempre.
Eres una persona perfeccionista. ¿Ha sido difícil dar el disco por terminado?
(Risas). Sí, mucho porque piensa que empecé a escribir y a hacer demos hace tres años, nunca me había pasado antes, quizás también por eso he llegado a hablar de “almas paralelas”. Nunca estaba contenta, no sabía exactamente qué estaba haciendo… Es un trabajo súper sincero. Me avergonzaría mucho ponerme enfrente de un público si lo que estoy cantando no es exactamente lo que pienso. No me gusta seguir las modas. Por supuesto, si lo que está de moda me corresponde, es lo máximo. Yo defiendo una canción como defiendo a un hijo y debo ponerme enfrente del micro, mirando al público cuando
estoy en vivo, sin sentir vergüenza. Me ha tomado mucho tiempo decidir no cantar algunos temas que musicalmente me encantaban, pero no decían las cosas de forma justa, no me permitían explicar lo que yo quería.
¿Qué significado tiene la canción Inicio para ti?
Inicio tiene en el título la motivación. Yo quería darme un buen inicio después de momentos que fueron un poco contradictorios porque pasaba de estar nominada al Oscar o ganar el Golden Globe, al mismo tiempo que personas con las que trabajo me decían que por mi edad, por tantos años de carrera, con tanta música escrita, quizás ya no era como antes; que tenía que darme cuenta de que el mundo estaba cambiando y todo eso… Era una situación de inquietud personal en la que necesitaba darme un buen inicio, sacando afuera mis inquietudes, que están escritas en la letra de la canción, pero con un concepto musical optimista. Muchas veces cuando canto o escribo canciones al final me las dedico. Todas las veces que las canto de alguna manera me convenzo para no olvidarme la motivación que me llevó a componerla, una motivación que es tan fuerte que debe ser un talismán.
Durar es una profunda declaración de amor…
Por supuesto, es una canción que me dedico a mí misma y a Pablo, mi marido, pero también es una canción que habla de personas que han invertido su tiempo en construir algo. En construir una historia de amor que es complicado que dure, pero cuando lo crees y lo quieres, de verdad puede durar. Yo soy el ejemplo. Existe todavía, ¿eh?, no es solamente un cuento de hadas. Con voluntad, decisión y amor, se puede hacer durar una historia de amor. Aunque para poder hacerlo, necesitas una revolución en ti mismo; una verdadera revolución empieza con el amor, no termina con él. Si sabes que quieres amar, entonces lucha por eso. En realidad, también podría estar dedicada a la amistad o a una relación de hijos y padres. Quería dar este mensaje en un momento en el que todo es muy fútil, muy ligero…
La gira mundial va a ser súper intensa. ¿Te has preparado física y mentalmente para todo lo que se viene?
(Risas). Sí, físicamente estoy empezando otra vez a dedicarme mucho a eso porque a medida que pasan los años todo es más complicado, pero quiero hacerla bien porque estoy celebrando 30 años de carrera y la gira misma es un resumen de mi carrera: yo empecé en teatros, mi primera gira siendo conocida fue en plazas y después en arena y palasports. Por eso empecé esta gira el 27 de febrero en teatros haciendo 24 horas entre Madrid, Milán y Nueva York. Después estuve en las plazas de Sevilla y Venecia y en diciembre empiezan los palassports. Nunca he cantado en otras situaciones, en un futuro puede, pero quería hacer que la gira fuse un pequeño libro de mis 30 años en vivo.
¿Qué te sigue dando el escenario?
TODO. Al final, escribo un disco para decir algo, pero si me lo digo yo sola en casa no me sirve de nada, el objetivo es cantarlo en vivo, tener miedo al entrar en el escenario y, después de la primera canción, no querer irme nunca más. Es para lo que he nacido. Soy así desde pequeña, empecé a cantar en los pequeños escenarios de piano bar cuando tenía 8 años y no conozco otra manera de sentirme completa. El único lugar en el que no tengo miedo es el escenario.
Este año recibes el gran reconocimiento de Person of the year.
Sí, que va a ser en España por primera vez, y eso me encanta. Es la distinción más inesperada de toda mi carrera. Lo que yo sabía es que las personas nominadas a Person of the year deben haber nacido en Latinoamérica o en España y yo siendo italiana pensaba que nunca sería posible. Cuando me llamó el presidente de los Grammy para decírmelo, me hizo sentir como trato de explicar desde hace muchos años: adoptada por los españoles y todas las personas latinas que desde el ’94 me han cambiado la vida. Me siento muy querida.
¿Qué mujeres te inspiran, Laura?
Cuando era más joven me inspiraban muchísimas mujeres cantantes, mujeres que tienen “cojones”, mujeres que no tienen miedo de decir quiénes son y que luchan para ser quienes son. A medida que pasaba el tiempo me fui dando cuenta de que las personas pacientes son a las que más admiro porque yo no soy muy paciente y es algo en lo que quiero trabajar porque la paciencia ayuda mucho al ser humano a ser más respetuoso y más sensible, más adulto, y también más inteligente. Entonces, las mujeres que con paciencia escuchan y tratan de conocer a los otros de forma más profunda son las que en este momento me gustan más.
¿Alguna vez le has puesto límites a tus sueños?
Nooo (risas). Te contesto así porque es como contestar esta pregunta a mi madre porque a ella a veces le gustaría mucho que mis sueños, mis ideas, no fueran tan grandes o tan continuas. Ella me dice ‘ya has logrado todo, ¡qué quieres hacer más, ya, basta, párate, cálmate!’ Pero yo sin soñar siento que el tiempo y la vida no sirven de nada. Aunque mis sueños ahora puedan ser quizá demasiado normales. Cuando era más joven no tenía nada y mis sueños eran tener un escenario, cantar en varios idiomas, tener una hija, casarme… Esas cosas ya las he conquistado y, ante todo, mantener eso es un trabajo importante, pero ahora las cosas con las que yo sueño son más cotidianas, más pequeñas, más normales… Para mí, tener un día libre e ir a un mercado para después cocinar y recibir a amigos en casa o hacer el cambio de armario son cosas que me encantan y a veces sueño con hacerlas todos los días. Yo no me rindo ante los sueños.