Te compras un cosmético, abres la caja, la tiras y te vas directa al frasco. Como mucho, quizá, antes de tirarla, te has dignado a leer el modo de uso. Este es un gesto más que habitual entre los consumidores de belleza.
Te compras un cosmético, abres la caja, la tiras y te vas directa al frasco. Como mucho, quizá, antes de tirarla, te has dignado a leer el modo de uso. Este es un gesto más que habitual entre los consumidores de belleza.