¿SABÍAS QUE DORMIR MAQUILLADA ENVEJECE 10 AÑOS?

Dormir maquillada puede tener consecuencias irreparables para salud de la piel. Sí, estás leyendo bien. En muchas ocasiones, al final del día, el cansancio puede invadirnos, la pereza o la falta de constancia en la rutina de limpia facial. Sin embargo, este gesto marcará un antes y un después en el estado de la piel. Y no, no estamos hablando de una vez esporádica por falta de tiempo o recursos, sino de si repites esta acción en numerosas ocasiones. Toma nota de por qué no debes volver a dormir maquillada.

No desmaquillarse, un impacto a largo plazo

La piel trabaja por ciclos y es por la noche cuando se regenera. Al no desmaquillarla, las células muertas, las impurezas, las toxinas o el exceso de sebo quedarán en la superficie, impidiendo esta regeneración natural. Pero, sobre todo, ese exceso de sebo y las impurezas serán el caldo de cultivo favorito de las bacterias ante el riesgo de que se forme un brote de acné o empeore este problema ya existente. A largo plazo, todo el ecosistema cutáneo se verá afectado: la piel será más gruesa y la tez más apagada. Una vez alterado el pH de la piel, este descuido favorecerá el envejecimiento prematuro.

Este problema también se extrapola a los ojos y la boca. Las pestañas necesitan sebo para estar brillantes y protegidas. Sin embargo, las pestañas sin limpiar mantienen la textura del producto, resecándolas y debilitándolas y, posteriormente, con riesgo de romperse. Además, algunas máscaras de pestañas forman pequeños residuos que se desprenden de las pestañas y las irritan. En cuanto a las barras de labios, pueden irritar la mucosa labial, ya sensible de por sí, con signos de deshidratación y la formación de líneas finas.

La importancia de desmaquillar y limpiar la piel

Nunca lo repetiremos lo suficiente, la limpieza de la piel es uno de los pasos imprescindibles para un buen equilibrio y funcionamiento de la piel, aunque no lleves maquillaje. Además, una buena preparación de la piel significa una penetración adicional del 30% de los principios activos de nuestros cosméticos. ¿La razón? Al eliminar los residuos superficiales y la suciedad, permitimos que la piel se oxigene adecuadamente. Esto es fundamental para que la energía de nuestras células pueda asimilar todos los nutrientes necesarios para su regeneración. Además, masajear el rostro mientras se limpia ayuda a activar la microcirculación y eliminar toxinas.

La piel actúa naturalmente como un escudo contra el entorno que la rodea. Cuanto más saludable es, más se autorregula según las agresiones externas. Esta barrera natural, el estrato córneo, funciona como un conjunto de ladrillos (células de la piel) y cemento (lípidos, grasas naturales). Cuando se duerme sin eliminar el maquillaje, la base, el rubor y el iluminador, junto con la suciedad acumulada, alteran el estrato córneo. Ya no hay cemento para unir los ladrillos y la pared está abierta a todas las agresiones externas. La reacción de la piel es la inflamación, el enrojecimiento, picor, descamación y otras molestias cutáneas. De ahí la importancia de desmaquillarse a diario. Además de ser una de las razones del envejecimiento prematuro de la piel, fruto de la sequedad que se produce durante la noche. Se dice que la piel puede envejecer hasta 10 años.

Tratamientos para mejorar el estado de la piel (después de dormir maquillada)

“El peeling nos stop es ideal. Con este tratamiento, que puedes realizarte incluso en verano porque no tiene periodos de convalecencia, vas a conseguir aportar tersura y luminosidad a la piel. Con el peeling no-stop aplicamos ácido láctico, glicólico, mandélico y fítico para renovar las capas superficiales de la piel y estimular su metabolismo. Es ideal para revertir las pieles apagadas, eliminar los granitos y mejorar la textura, principales consecuencias de dormir con maquillaje”, apunta la doctora Gema Pérez Sevilla.

“Con una higiene facial personalizada, teniendo en cuenta las necesidades intrínsecas y extrínsecas de tu piel, en este caso la falta de luminosidad, renovación y limpieza profunda, combinaremos la purificación de la piel, la exfoliación y la limpieza cutánea con aparatología y masajes manuales para mejorar la circulación, favorecer el drenaje linfático y aportar una luminosidad extra. El ácido glicólico, la vitamina C y E, el ácido hialurónico o la niacinamida, son algunos de los principios activos que contribuirán a restablecer el brillo cutáneo perdido”, concluye la doctora.

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