COSIMO FUSCO: “HE APRENDIDO CUÁNDO BAJAR VELAS Y ESPERAR A QUE PASE LA TORMENTA”

Ridley Scott, Darío Argento, Ron Howard, Peter Strickland o Mario Monicelli, son solo algunos de los directores con los que el actor italiano Cosimo Fusco ha trabajado en la gran pantalla.

Podemos decir que Cosimo es un actor adoptado por la industria española; recordemos a ese Padre Ángel en las dos temporadas de 30 Monedas, bajo la batuta del cineasta bilbaíno Álex de la Iglesia. O el protagónico de Veneciafrenia, del mismo director. Pero esto no queda aquí, Franklin, Vikings: Valhalla 3 o The reunion, son algunos de los títulos que le han vuelto a llevar a la gran pantalla en este último año.

Esta primavera lo hemos visto nuevamente en la última película de Manuel Ríos San Martín, La huella del mal, compartiendo reparto con Blanca Suárez y Daniel Grao.
Hablamos con él en esta entrevista para ahondar un poco más en este proyecto y en su personaje.

¿Cómo te llegó el proyecto de La huella del mal?
De una manera muy agradable. Carmen Utrilla, la directora de casting que me conocía de 30 Monedas, trabajaba en HdM. Esta me propuso al director, quien ya me conocía de la serie y pensó que como actor reunía las características del personaje que estaban buscando.

¿Qué nos puedes decir de Samuel Henares, tu personaje.
Es un personaje que me encantó y me hizo sentir muy cercano a él, o al menos cercano a la descripción que desde el guion proponían: «Un hombre que no tiene el aspecto de un hombre mayor, sino el de una persona curtida al aire libre y que desprende sabiduría y equilibrio». Me dio la impresión de alguien con mucha experiencia de vida y al mismo tiempo mucha energía juvenil que le permite relacionarse con sus alumnos al mismo nivel. Es un personaje misterioso, que tiene sus secretos, sus sentimientos contradictorios, sus planes tal vez… ¡Prohibidos! En el transcurso de la cinta conocemos a un Samuel que se sentirá cada vez más responsable de los acontecimientos.

 

¿Qué retos has encontrado en este nuevo proyecto?
La historia estaba tan bien escrita y mi personaje tan bien definido, que el reto más grande fue el de intentar no pasar por italiano. Ya me contaréis si lo he conseguido.

Estás cada vez creciendo más en la escena cinematográfica española. ¿A qué crees que se debe tu éxito en este país?
A la suerte al principio de haber empezado a trabajar con uno de los más grandes como es Alex De la Iglesia, pero luego también al amor por vuestro país, y a la tenacidad por aprender y actuar en un idioma que no conocía.

¿Cómo te has encontrado en La huella del mal hablando totalmente en español?
Una de las cosas más gratificantes de este trabajo son los retos y trabajar en España es sumamente gratificante. Me he sentido realmente bien, tanto que me gustaría explorar personajes siempre más y más complejos.

Alex de la Iglesia ha sido, por así decirlo, tu mentor en España y ahora cambias de registro con Manuel Ríos San Martín. ¿Qué diferencias sustanciales encuentras entre uno y otro?
Bueno, yo diría que a Manuel le interesa lo que pasa en la Tierra, a Alex lo que pasa encima y debajo de ella.

¿Cómo ha sido trabajar en la cuna de la civilización ibérica, Atapuerca?
Fue muy emocionante, casi diría que demasiado fácil encontrarnos en los lugares reales de nuestros antecesores de hace miles de años, volvimos a ser niños y a jugar «de verdad”. Como siempre debería ser.

Tus últimos proyectos cinematográficos han estado marcados por el thriller. ¿Es el género en el que mejor te encuentras? 
El thriller me gusta muchísimo está claro, me encuentro muy a gusto en una comedia también, pero me encantaría una historia de amor imposible.

¿Quiénes han sido las figuras más influyentes en tu vida, tanto en lo personal como en lo profesional?
Mi querido amigo Gigi, un hermano mayor para mí que nos dejó demasiado pronto, mi querida Nedda en Milán con quien he compartido una amistad de 40 años y que me bendijo cuando me fui por primera vez a Estados Unidos. y mi primer maestro de actuación-vida-zen Dominic en Los Ángeles.

¿Qué aspecto de la interpretación te apasiona más?
En principio fue el ser escuchado, visto, amado… Después con el tiempo, escuchar, descubrir, amar.

¿Cuál ha sido uno de los mayores desafíos que has enfrentado en tu carrera y cómo lo has superado?
Los desafíos nunca terminan, lo que he aprendido a lo largo de los años es cuándo bajar las velas y esperar a que pase la tormenta.

¿Cómo crees que el arte y la actuación pueden impactar en la sociedad y la vida de las personas?
Todo depende desde dónde nazca el proyecto artístico. Seguramente si el proyecto sale de una necesidad, una urgencia de ser visto o contado, el impacto social será mucho mayor. Es lo que tiene el arte, que sale de lo más visceral de cada uno.

 

¿Hay un rol o un proyecto que consideres que ha marcado un antes y un después en tu vida?
A pesar de los muchos proyectos en los que he tenido la suerte de participar a lo largo de los años, entre ellos estos magníficos proyectos españoles, creo que Friends y Paolo todavía destacan por encima de todos los demás.

¿Cómo te gusta pasar tu tiempo libre y desconectar del trabajo?
Cuando puedo, si no es el rectángulo de un Yoga mat, es frente a una gran pantalla.

¿Qué valores consideras fundamentales en tu vida y en tu trabajo como actor?
La empatía.

FOTOGRAFÍA_ VÍCTOR LAFUENTE

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