El agua mineral natural tiene una composición química estable. Consumir suficiente cantidad de agua al día es esencial para la vida. Entre un 50 y un 70% del cuerpo humano está compuesto por agua y mantener una buena hidratación favorece el correcto funcionamiento del organismo: ayuda a preservar las funciones físicas y cognitivas normales y regula la temperatura corporal
¿Qué cantidad de agua debemos beber al día?
Los expertos de la Organización de la Salud (OMS) señalan que un adulto sano necesita unos 35 ml de agua al día por kilo de peso. Para un peso de unos 70 kilos, la cantidad de agua idónea serían unos dos litros y medio. Pero esta cantidad puede variar según la temperatura atmosférica o el esfuerzo físico que se realice que provocan que haya que aumentar esta cantidad para evitar la deshidratación. Por ello, en época de calor o si se va a realizar deporte es importante tener siempre a mano una botella con agua.
¿Todas las aguas son iguales?
Aunque pueda parecerlo, no todas las aguas son iguales. La calidad del agua que ingerimos tiene un efecto directo sobre el organismo. El agua mineral natural se caracteriza por su contenido en minerales, oligoelementos y otros componentes; por una composición química estable y por su pureza original. No está sometida a tratamientos químicos y ofrece todas las garantías, ya que las aguas envasadas están sometidas a una exigente regulación.
El agua de mineralización muy débil de Bezoya tiene un contenido muy bajo de residuo seco (27mg/l). Es decir, muy poca cantidad de minerales disueltos como consecuencia de las características del terreno en el que está ubicado el manantial o por el arrastre que realiza el agua de lluvia o deshielo a su paso. Lo habitual es entre los 50 y los 500mg/l., por lo que la de Bezoya está muy por debajo. También es baja en sodio, por tanto, está recomendada para personas que siguen dietas bajas en este mineral (electrolito). Además, su manantial está ubicado dentro del Parque Natural de la Sierra de Guadarrama, un área protegida en medio de la naturaleza, a salvo de contaminantes y agentes externos que puedan afectar a su calidad y pureza.
¿Cómo mantenerse correctamente hidratado?
El acelerado ritmo diario hace que en demasiadas ocasiones solo nos acordemos de beber cuando nos entra la sed y eso no es lo recomendable para mantener una correcta hidratación. Podemos adoptar una serie de consejos y rutinas que nos ayuden a ingerir la cantidad de agua óptima.
- Beber un vaso de agua en ayunas nada más levantarse, permite reponer las reservas consumidas durante la noche.
- Tener una botella de agua a mano, en el trabajo o cuando salimos a pasear, nos ayudará a no esperar a sentir sed para beber.
- Tener siempre un vaso de agua durante las comidas, aunque además ingiramos otras bebidas.
- Buscar recetas e ideas para darle un toque de sabor al agua añadiéndole hierbas aromáticas o frutas.