Jone Laspiur ha entrado fuerte en el panorama del cine español. En 2020 la joven actriz debutaba en la gran pantalla con sus papeles en Akelarre -de Pablo Agüero- y Ane -la ópera prima de David Pérez Sañudo-. Ésta última interpretación le ha valido la nominación a los Premios Goya como Mejor Actriz Revelación.
A pocos días de que se celebre la gran fiesta del cine español, charlamos con la actriz donostiarra sobre la noticia de su nominación, de sus papeles en estos dos films, de moda, cine y mucho más.
De estudiar Bellas Artes y pertenecer al grupo de música Koban, a la gran pantalla. ¿Cómo llegaste al mundo de la interpretación?
Fue todo bastante aleatorio pero muy bonito. En 2018 dimos un concierto en Éibar, el pueblo de mis padres, y casualmente nos vio la músico Maite Arrotajauregui (Mursego) que se encargaba de la banda sonora de Akelarre, también del mismo pueblo y que conocía a mi familia. Ella me hablo del casting de la película y me animó a participar ya que buscaban un perfil de chicas de mi edad y que tuviesen algún contacto con la música y el baile. Así que me apunté, y tras tres castings en los que participaron más de 800 chicas, ¡aquí estamos!
Entonces, ¿las casualidades existen?
Viendo mi historia parece que sí…(risas), pero creo que además de lo casual está también lo que proyectamos, el contexto… Nunca sabes las consecuencias de cada acto y lo que te deparará estar en un sitio o en un momento concreto.
¿Cómo fue la experiencia del primer rodaje?
Fue un gran aprendizaje, fue como un máster intensivo en cine. Empezamos a ensayar dos meses antes del rodaje, sobre todo la parte musical y las coreografías. Todo el trabajo fue muy colaborativo y grupal; las seis chicas fuimos esenciales las unas para las otras a la hora de construir los personajes. Además, para la mayoría de nosotras era la primera vez que rodábamos cine así que fue bonito empezar el camino juntas.
Has iniciado tu carrera como actriz en una época de caos e incertidumbre. ¿Cómo la estás viviendo?
Es una sensación bastante rara porque estoy conociendo este oficio en un contexto pandémico, y los eventos sociales, los estrenos, las proyecciones, las charlas, el teatro, los festivales… están muy limitados. La incertidumbre es algo muy habitual justamente en esta industria. Además vengo de Bellas Artes, una carrera en la que la estabilidad tampoco es muy común, así que te diría que conozco de cerca la inestabilidad. Pero lo que está pasando es muy duro y me entristece terriblemente ver que los teatros y las salas se cierran, que muchos proyectos desaparecen, que hay gente con serios problemas económicos…
De bruja en ‘Akelarre’ a adolescente activista en ‘Ane’. ¿Qué nos contarías de estos dos personajes?
Las dos comparten la rebeldía y el inconformismo. Maider (Akelarre) es muy instintiva, intensa, algo violenta e impulsiva. En cambio, Ane es muy racional, algo fría, tiene sus objetivos muy claros, es inteligente y testaruda.
Ambas películas han estado muy presentes en el Festival de Cine de San Sebastián. ¿Corren buenos tiempos para el cine vasco?
Eso parece, el cine vasco ha dado muy buenos frutos estos últimos años, y parece que la gente está confiando en estas propuestas. En este último festival de San Sebastián ha habido más de dieciocho films vascos y entre ellos hay gente joven con propuestas muy frescas e interesantes.
¿Qué se siente al pisar una alfombra roja por primera vez?
Como te decía, éste ha sido un año muy raro y no ha sido una alfombra habitual. No hubo espectadores en el recorrido, aunque periodistas sí. Aun así, tuve los nervios a flor de piel hasta entrar dentro del Kursaal, y fue un privilegio compartirlo con las chicas de Akelarre y los demás compañeros. Afortunadamente algunos amigos cercanos y mi familia no faltaron, estuvieron presentes aunque desde lejos. Pero verlos tan emocionados y oír sus voces fue una alegría y una tranquilidad enorme, lo recuerdo muy bien. ¡Tengo unas tías que son lo más!
Tu papel en ‘Ane’ te ha valido la nominación al Goya como mejor actriz revelación. ¿Qué ha supuesto para ti?
Para mí ha supuesto mi mayor trabajo interpretativo hasta ahora, fue un proceso muy íntimo y para adentro. Tuve que reencontrarme con mi yo de diecisiete años para entender mejor los motivos que mueven a una joven, la manera de relacionarse con sus padres, sus intereses… y empatizar con ella. Diría que sobre todo ha sido un ejercicio de empatía.
Esta gala de los Goya será la más atípica de la historia. ¿Habrá alfombra roja?
No sé si habrá alfombra roja como tal, pero desde la Academia seguro que encuentran la manera de visibilizar a los participantes.
¿Ya tienes el modelazo?
Sí, la diseñadora bilbaína Julene Gregorio está confeccionando el modelo para el evento.
¿Ahora más que nunca hay que apostar por la moda española?
Me gusta contar con lo local en general, lo conozco más y me es más cercano por el contexto. Además, en estos últimos años en el País Vasco se han creado varios proyectos de diseño híbrido que me interesan muchísimo y que trabajan desde la joyería y complementos hasta ropa y objetos desde una perspectiva muy artística y coherente en mi opinión.
Los nominados tendréis que seguir la gala desde casa, ¡qué raro todo! ¿no?
Sí, la verdad es que me apena mucho esta situación ya que ¡¡¿quién sabe cuándo se volverá a repetir!!?
¿Quién te acompañará esa noche?
No sé cómo será aún, pero espero poder estar al lado del equipo de Ane.
Volviendo a la peli, ¿Cómo ha sido trabajar bajo las órdenes de David Pérez Sañudo?
Me ha encantado. Es buen comunicador, muy trabajador, empático… Ha sido un proceso muy humano y me he sentido muy cuidada y cómoda. Además, ha sido su primer largo y eso lo hace todo más especial.
El largometraje tiene un gran trasfondo social. ¿Este guion te ha llevado a la reflexión a nivel personal?
Por supuesto, para empezar me ha hecho tener más presente el tema de la comunicación, ya sea en la familia, entre amigos o en nuestros círculos sociales, ha hecho que me fije y analice más nuestro día a día. En todos estos grupos tenemos roles muy establecidos y repetimos comportamientos que heredamos; me parece importante identificar estas cosas e intentar cambiarlas. Aparte de esto también te hace ver las ambivalencias y las contradicciones que tenemos cada una con nosotras mismas, con las que tenemos que aprender a vivir y relacionarnos para construir nuestra identidad, y a la vez la identidad colectiva.
¿Cómo ves el panorama del cine español?
Este año no he tenido tiempo apenas de ir al cine por lo que estoy menos puesta que nunca, pero el cine español es algo que me entusiasma, siempre he sido muy fan. En la cuarentena por ejemplo me tragué un montón de películas y la mayoría fueron españolas.
¿Proyectos a la vista?
Estoy en varios proyectos ahora mismo, pero no puedo adelantar mucho más.