En cosmética, existen algunos productos destinados a preocupaciones específicas, pero hay otros que sirven para todo el mundo y, además, con tremendos beneficios. Te contamos de cuál se trata.
Que en el ámbito cosmético lo mejor es apostar por productos específicos para tratar aquello que más nos preocupa, no cabe duda. Que si ácido glicólico para tratar las manchas, salicílico para el acné, retinal para las arrugas… pero luego hay activos que nos creemos que son más placebo, y para nada. Entre ellos, uno destaca sobremanera. Hablamos nada más y nada menos que del archiconocido ácido hialurónico, “uno de los pocos activos que todo el mundo puede utilizar indistintamente y, además, a cualquier edad siempre va a beneficiar y permite apreciar fácilmente los resultados”, sostiene Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.
AH, un ingrediente infravalorado
El ácido hialurónico lleva tanto entre nosotros que se nos ha vuelto parte del paisaje habitual y esto puede que lleve a algunos a pensar que no es gran cosa. Al contrario, “es un activo que considero imprescindible en cualquier rutina de cuidado ya que resuelve las preocupaciones más conocidas en lo que a piel se refiere, pero es que, más allá, es un booster de cualquier otra fórmula”, defiende Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8.
Si aplicamos ácido hialurónico después de limpiar el rostro: “restableceremos los niveles de humedad de la piel. Cuando la piel está hidratada, esa humedad ejerce como conductor, haciendo que, si después aplicamos otro sérum, por ejemplo de vitamina C o retinol, éste penetre de manera más efectiva en el tejido”, considera la cosmetóloga Raquel González, creadora de Byoode.
El activo MUST a cualquier edad
Ya lo venían diciendo las expertas, pero hemos hablado con ellas y con otras más para entender cómo beneficia el ácido hialurónico a cualquier edad tanto como para ser el activo imprescindible intergeneracional en una familia, pudiendo compartir un mismo suero desde la nieta a la abuela. “En una piel joven, más tendente a la grasa, el ácido hialurónico aporta hidratación sin sobrenutrir la piel. Consigue equilibrarla y perfeccionar el tejido y dejarlo más preparado para la crema hidratante posterior”, plantea Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.
En pieles que van de los 30 a los 50 años “consigue prevenir e incluso reducir el aspecto visible de las arrugas, ya que el ácido hialurónico tiene una forma molecular que hidrata, pero también atrae la humedad ambiental. Por eso, da esa sensación de efecto relleno cuando lo aplicamos en la piel. Es como si rellenara las líneas de agua y, de este modo, se apreciaran menos”, defiende la directora dermocosmética de Ambari, Isabel Reverte.
Si nos vamos a las pieles más maduras, “se benefician de esa sensación de relleno y jugosidad que aporta el ácido hialurónico, pero aquí destacaría la capacidad que tiene este activo como conductor. Si aplicamos cualquier activo antiedad, como un retinal, con ácido hialurónico antes, veremos siempre muchos más beneficios y cómo nuestros cosméticos resultan más efectivos”, defiende la directora dermocosmética de Omorovicza, Marta Agustí.
No cualquier ácido hialurónico sirve
Las expertas matizan algo que consideran importantísimo a la hora de elegir un ácido hialurónico: “pregunta a un experto, a la tienda, en las redes de la marca o donde puedas, cuántos pesos moleculares tiene el sérum”, aconseja Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8. “Cada peso molecular se refiere al tamaño de la molécula de ácido hialurónico. De bajo peso molecular, hidrata en profundidad, de medio y alto peso molecular, se quedan en superficie sellando la hidratación para no perderla”, explica Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode. “Si no usamos sueros que contengan varios pesos moleculares, puede que no alcancemos el efecto deseado, ya sea porque perdamos la hidratación fácilmente si solo lleva bajos pesos moleculares, o porque no hidratemos en profundidad, si solo cuenta con altos pesos moleculares”, concluye Mireia Fernández, la directora dermocosmética de Perricone MD.