Palma de Mallorca da la bienvenida al verano con una amplia propuesta de ocio, donde la gastronomía se alza como una de sus grandes apuestas, Latigazo, el restaurante referente en Madrid, abre en Cala d’Or el primer restaurante de cocina nikkei.
Latigazo Mallorca llega a la isla con un exclusivo servicio de cocina en el yate, donde el comensal tendrá la oportunidad de vivir una experiencia nunca vivida antes. Jorge Rodríguez, chef ejecutivo del restaurante, desplaza todo su knowhow a los yates de Cala d’Or, donde cocinará en directo la carta del restaurante nikkei.
Su propuesta rememora recuerdos, desde conseguir los sabores originales que se disfrutan en el campo de Perú, hasta crear un emplatado que refleje los distintos elementos del lugar que lo vio crecer. Además, elabora los tres ceviches de su carta en sala, ante los ojos de los comensales, quienes descubren parte de la esencia culinaria del país latinoamericano.
“La singular travesía de la cocina peruano-japonesa de Latigazo comienza siempre con la selección de los mejores productos”, explica Jorge Rodríguez, su chef ejecutivo.
Si existe un lugar referente por su cocina en Latinoamérica, ese es Perú, cuna de algunas de las elaboraciones más reconocidas a nivel internacional. Y si hay algún tipo de gastronomía que triunfe también a nivel mundial es la japonesa, en todas sus versiones. Juntando ambas surge la cocina nikkei, núcleo central de la carta de Latigazo. Latigazo es un golpe al paladar, una chispa de sabor, un lugar donde el comensal experimenta la explosión y la intensidad de la cocina fusión japo-peruana, sabores intensos y suaves en una sinergia perfecta.
La mano de Rodríguez se mueve con sutileza, pero con destreza, en sus elaboraciones, manejando el producto con confianza ante la atenta mirada de los comensales, que podrán ver en sus yates cómo cocina algunos de sus platos estrella, como es el ceviche.
Además, y para los que quieran vivir la experiencia desde el propio restaurante en Cala d’Or, el chef elabora los tres ceviches de su carta en sala, ante los ojos de los comensales, quienes descubren parte de la esencia culinaria del país latinoamericano con esencia japonesa. Lo hace gracias a un carrito que pretende emular los tradicionales puestos de Street food que hay que las calles de Perú “tan habituales en el día a día”. En el carrito, el chef prepara el producto, lo afina con esmero y lo elabora desde cero hasta que consigue hacer el ceviche perfecto, que se puede elegir entre el Ceviche Limeño (Corvina, leche de tigre, ají limo, aceite de albahaca, maíz cancha, choclo, puré de boniato y brotes de cilantro; el Ceviche Kiro (Corvina, leche de tigre, ají amarillo ahumado, oreja de buda, chipirón crocante, puré de boniato, cancha, choclo y brotes de cilantro); y Ceviche Tsurai (Corvina, gambas, chipirón, leche de tigre de rocoto y miso, togarashi, choclo, zarandaja y brotes de rábano picante).
Sobre Jorge Rodríguez
Jorge Rodríguez, chef ejecutivo de Latigazo, traslada a sus elaboraciones el conocimiento adquirido en su infancia y adolescencia, durante los años que trabajó en el campo de su familia, en el valle de Condebamba, ubicado en Cajamarca, en Perú.
En su infancia y adolescencia aprendió a cultivar todo lo que después llega a la cocina, alimentos utilizados en la gastronomía peruana como los ajíes, rocotos, aguacates, patatas, el boniato o la yuca. Una experiencia que le avala como conocedor indiscutible de la exquisitez del producto de calidad, protagonista ahora de sus elaboraciones. Por ello, su propuesta gastronómica rememora recuerdos, desde conseguir los sabores originales que se disfrutan en el campo, hasta crear un emplatado que refleje los distintos elementos del lugar que lo vio crecer.
La historia del chef con la gastronomía comienza en su pueblo y continúa en el restaurante familiar, donde empieza a trabajar con 17 años, un local de cocina de mar, donde el pescado es del día y donde aprende a elaborar platos tradicionales peruanos como el ceviche o la parihuela. Jorge Rodríguez tuvo sus primeros acercamientos a la cocina de vanguardia en su Perú natal, donde trabajó en algunos de los mejores hoteles cinco estrellas del país, como son Raddison de Lima, Wyndham, Hilton Lima o Thunderbird, allí conoció la técnica y los procesos de elaboraciones más modernos, aprendizaje que ahora se plasma en la Latigazo.