Durante décadas, era común que la cocina estuviera separada del resto de la casa y tuviera puertas cerradas. Sin embargo, con el tiempo, esta tendencia ha cambiado y ahora se valora más la idea de cocinas abiertas (conocidas también como cocinas americanas), que se fusionan con el salón. Este cambio ha hecho que surjan miles de dudas a la hora de elegir nuestra futura cocina.
Los profesionales de BC3 Cocinas nos hablan de las ventajas de cada tipo de cocina para responder a todas nuestras preguntas sobre este importante espacio del hogar.
COCINAS ABIERTAS
La tendencia más reciente es integrar la cocina con el salón, ya que proporciona más espacio.
1. Sensación de amplitud
Si unificamos la cocina y el salón, ganaremos metros cuadrados para ambas estancias. Al no haber barreras físicas, contribuye a una sensación de apertura y luminosidad. Esto es especialmente beneficioso en hogares con dimensiones más reducidas, donde cada metro cuadrado cuenta y maximizar el espacio es esencial.
2. Mayor luminosidad
Relacionado con el punto anterior, como se eliminan las barreras divisorias que obstruyen la vista, la luz natural puede fluir libremente por todo el espacio, por lo que se facilita el aprovechamiento de la luz natural que entra por las ventanas de la sala de estar, lo que hace que la cocina se sienta más luminosa y acogedora sin necesidad de añadir más luces artificiales.
3. Interacción
Con una cocina abierta, cocinar se convierte en una actividad más social, ya que permite a quienes están en la cocina interactuar fácilmente con aquellos que están en el salón o el comedor. Esto promueve una sensación de cercanía y convivencia entre los miembros de la familia o los invitados durante reuniones o celebraciones.
4. Funcionalidad
Una cocina abierta permite una distribución más fluida y funcional del espacio, lo que facilita el movimiento y la realización de tareas culinarias, así como ganar comodidad en el desplazamiento de la cocina al salón para preparar la mesa y servirla.
COCINAS CERRADAS
1. Privacidad y aislamiento
Una cocina cerrada ofrece un espacio más privado para preparar la comida, lo que puede ser preferible para algunas personas, especialmente si les gusta cocinar en solitario o si necesitan concentrarse en tareas culinarias específicas.
2. Menor propagación de olores y ruidos
Al estar separada del resto de la casa, una cocina cerrada ayuda a retener los olores y los ruidos molestos. Esto puede ser especialmente útil si estás cocinando algo con un olor fuerte o si prefieres mantener conversaciones privadas en el salón sin ser interrumpido por el ruido de la cocina.
3. Mayor almacenamiento
Las cocinas cerradas cuentan con más paredes, por lo que conseguiremos un mayor almacenamiento al contar con más espacio para el mobiliario. De esta forma será más fácil mantener el orden y, en el caso de que no se te dé especialmente bien este punto, una cocina cerrada oculta el desorden, manteniendo así una apariencia de limpieza para el resto del hogar.
4. Diseño
Una cocina cerrada ofrece más libertad en el diseño y la distribución del espacio, lo que puede permitirte personalizar el diseño de tu cocina según tus necesidades y preferencias específicas.