Esencia tradicional gallega
Con la llegada del otoño, Ceibe inaugura una nueva temporada en la que la caza, las setas, las trufas, las castañas, los meros, las lubinas o las doradas cobran protagonismo en sus mesas. En su menú ‘Esmorga’ encontramos 20 elaboraciones o pequeños bocados, entre los que se incluye su clásico “homenaje al cocido”, un pan dulce relleno de la carne del guiso para degustar con las manos. Entre las novedades destacan su pase vegetal de “boletus, huevo, trufa y pino”, la castaña con escabeche de codorniz y su empanadilla o la merluza en blanco.
Además, no solo la carta está de estreno, también se está acometiendo una reforma en la sala para que el comensal más curioso pueda explorar las cámaras de maduración de sus carnes y pescados, que es una de sus señas de identidad.
Los chefs Lydia del Olmo y Xosé Magalhâes aspiran con Ceibe a dejar una huella en la gastronomía de Galicia, reflejando en sus menús, la cultura, el territorio y los trabajos de su gente y de su tierra. Su propuesta bebe de la tradición del antiguo recetario gallego, pero desde una perspectiva contemporánea y divertida. En Ceibe desde el plato hasta la música, pasando por cada detalle del espacio (desde la vajilla creada por artesanos locales, hasta las servilletas que ha cosido la madre de Xosé), se respira Galicia por los cuatro costados.
La barra que está revolucionando Malasaña
El restaurante Playing Solo es una de esas propuestas gastronómicas sin comparación en Madrid: un restaurante -creación del chef Luis Caballero- en el que una barra para 8 comensales toma el protagonismo junto con un único menú degustación. Titulado “Primeros Andares, Otoño”, destaca la presencia del cerdo madurado, escondido en cada plato, así como productos de temporada como las setas, caza y casquería. Las técnicas francesas entran a escena en este nuevo menú con salsas madre, mientras que la influencia nórdica está presente en los emplatados que buscan representar a la naturaleza.
De 11 pases, se compone de aperitivos como la esfera de foie gras con mirin soja y gel de sak o la tosta de mi cuit con pistacho y ciruela. Le siguen entrantes como la calabaza kabucha rellena de crema de tofu y piel de cerdo frita y el guiso de ciervo con níscalo, cherry y chantilly de ajo quemado. Unos frijoles cocinados en caldo de pato acompañado de jamón de pato epazote y puré de apionabo y manteca ahumada abren la puerta a los platos principales, que llegan a la barra en forma de cigala, suquet y espuma de vin jaume; o una trucha con pepinillo, tallo wasabi, mostaza, alcaparra y sopa de hoja wasabi. Para finalizar, los postres: tartaleta de manzana con crema de sake y una mousse de castañas y jalea real.
Un elegante pajar de montaña
Inspirado en las tradicionales bordas del Valle de Arán, La Borda del Mentidero es el restaurante perfecto para otoño e invierno. Este pajar de montaña con un toque contemporáneo y urbano combina la cocina española y fusión con el mejor producto de origen en las brasas. Ubicado en lo alto de una colina, este acogedor restaurante ha conseguido crear un espacio con un toque british, sofisticado, acogedor y muy cool.
La Borda del Mentidero ofrece un menú con productos de la huerta, del mar y carnes cocinados a la brasa. Platos para compartir como la Tortilla abierta de bacalao y piparras, el Ceviche de pulpo, vieiras y langostinos o las Setas de temporada, huevo a baja temperatura y caldo de cocido. Más innovador, sus platos fusión, como las Mollejas a la brasa con chimichurri oriental o las Zamburiñas a la brasa con mantequilla nikkei. Asimismo, tienen un apartado especial para la cocina japonesa. Entre sus especialidades de la huerta, las Alcachofas a la brasa con papa ibérica o las Pencas rellenas de jamón ibérico y queso con jugo cocido del mar, el Rape al carbón con vinagre de sidra o el Arroz de calamar con alioli de lima. Y de carnes, diferentes preparaciones del solomillo de simmental -hamburguesa, steak tartare o a la brasa-, los Tacos de black angus y tuétano o el Lomo alto finlandés
Un templo culinario
Sa Capella -una antigua capilla del Siglo XVI- regresa a la escena gastronómica ibicenca bajo la dirección de la familia Anadón (fundadores del icónico Café Mambo), con una elegante propuesta en la que el producto local, es el protagonista de sus entrantes crudos, mariscos, pescados, carnes o verduras.
Una planta en forma de cruz, una nave central y seis pequeñas capillas, decoradas con materiales nobles y naturales, una cuidada selección de música y un sugerente aroma a romero fresco recién quemado sumergen a los comensales en un ambiente que roza el misticismo. Su cocina abierta confiere a este restaurante el aspecto artístico de los antiguos teatros, añadiendo un toque de exhibición y showcooking.
Su terraza, rodeada de palmeras y naturaleza, es el lugar ideal para disfrutar en la intimidad de su carta de cócteles de autor.
Mixología premium
Mena, el nuevo HUB de LaFinca Grand Café, está liderado con pasión y experiencia por el joven Gonzalo Fernández, uno de los mixólogos más prometedores de la actualidad.
La carta de Mena Fuego&Barra presenta 18 tragos originales, todos creados especialmente para el local, inspirados en los cinco elementos de la naturaleza: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Éter. Esta selección incluye los mejores destilados y una variedad de ingredientes sorprendentes, además de propuestas sin alcohol para acomodar a una amplia gama de gustos. Entre los cócteles más populares, el vibrante Niebla Amazónica, Raíces o Golden Age.