Durante años, se ha pensado en la menopausia solo como una cuestión de ovarios y hormonas. Pero su influencia va mucho más allá: afecta a casi todos los sistemas del cuerpo, desde el metabolismo y los huesos hasta el cerebro y el corazón.
La ciencia apunta ahora a otro protagonista en esta historia: la microbiota intestinal. La nutricionista especializada en metabolismo y salud hormonal Isabel Raya explica por qué cuidar este ecosistema puede marcar la diferencia en el bienestar hormonal y metabólico de las mujeres en esta etapa.
El intestino es mucho más que un órgano digestivo. En su interior habita el estroboloma, un conjunto de bacterias capaces de modular el metabolismo de los estrógenos. Estas bacterias producen enzimas que pueden “reactivar” parte de las hormonas que el hígado había preparado para eliminar, devolviéndolas al torrente sanguíneo. Este proceso, conocido como recirculación o “reciclaje” de estrógenos, ayuda a mantener un equilibrio hormonal más estable y puede influir en la intensidad de algunos síntomas típicos de la menopausia.
Según explica Isabel Raya, el estroboloma desempeña un papel clave a lo largo de toda la vida de la mujer, pero adquiere especial relevancia en la perimenopausia, cuando las variaciones hormonales y los cambios en la microbiota pueden afectar de forma directa al metabolismo y al bienestar general. “La relación entre las hormonas y la microbiota es bidireccional”, señala la especialista. “Un intestino diverso y equilibrado contribuye a regular los estrógenos, y unos buenos niveles hormonales, a su vez, favorecen una microbiota más diversa. Es un diálogo constante entre ambos sistemas”.
Este equilibrio puede romperse por múltiples factores: dietas pobres en fibra, exceso de ultraprocesados, alcohol, estrés o falta de sueño. Todo ello altera la composición bacteriana, reduce la diversidad microbiana y, con ello, la capacidad del organismo para mantener una correcta regulación hormonal. “Por eso, en esta etapa no se trata de comer menos, sino de comer con estrategia: alimentarte a ti y a tu microbiota”, explica Raya.
Isabel Raya, bióloga, dietista integrativa y profesora universitaria.
Para favorecer un estroboloma saludable, la nutricionista recomienda una alimentación antiinflamatoria basada en alimentos reales: proteínas de calidad, verduras y frutas de distintos colores, legumbres, frutos secos, aceite de oliva virgen extra y fermentados como kéfir, yogur natural o chucrut. Raya subraya la importancia de reducir el consumo de azúcares, alcohol y ultraprocesados, y señala que el ayuno intermitente, bien planificado, puede actuar como modulador de la microbiota y favorecer el equilibrio hormonal.
Cuidar la microbiota intestinal, concluye Raya, no solo ayuda a mejorar la digestión o la inmunidad, sino que también puede ser una herramienta poderosa para favorecer el equilibrio hormonal, modular la inflamación y mejorar el metabolismo durante la menopausia. “El intestino es el gran olvidado de la salud femenina y merece ser parte central del cuidado en esta etapa de la vida”.
El próximo 2 de noviembre, Isabel Raya impartirá el taller online “Nutrición en Menopausia”, donde explicará cómo apoyar la función hormonal, cuidar la microbiota y mejorar el metabolismo desde la nutrición y los hábitos de estilo de vida.
Más información en isabelraya.com/nutrilab-menopausia.